martes, 22 de agosto de 2017

LA DEPENDENCIA AFECTIVO-EMOCIONAL

Resultado de imagen de dependencia afectivo-emocional
¿Cuándo ponemos nuestros afectos y emociones en manos de otros? La respuesta es sencilla: si no me sé amar, si no soy capaz de quererme adecuadamente, es cuando tengo que poner en manos de otros ese cuidado. Si estoy vacío de mí, tendré que rellenarlo con otros.

Una dependencia es por una necesidad creada. No nos han hecho carentes, nos han hecho abundantes, creadores; pero, al no darnos cuenta de nuestra abundancia personal, buscamos y buscamos fuera, lo que ya tenemos.
Si prestáramos más atención a lo que podemos dar, en lugar de lo que me falta, seríamos más dichosos.

Esto se puede observar en las personas que se dedican al voluntariado, los misioneros, los que se dedican a las emergencias, al rescate, son personas felices. Dando eres feliz porque reconoces tu abundancia y, entonces, no necesitas, ya eres, porque siendo, tienes.

¿Cuántas veces has podido dar y no lo has hecho? ¿Cuántas veces has podido dar una sonrisa y no la has ofrecido? ¿Cuántas veces has podido poner la mano en el hombro de alguien y no lo has hecho? ¿Cuántas veces has podido decir a tu madre o a tu padre que les quieres y te lo has guardado? ¿CUÁNTO TE GUARDAS? ¡¡Suéltalo!! Si no lo haces no reconocerás todo lo que eres y tienes.

Cuando pierdes a un ser querido, no eres consciente que ese ser estaba en otros seres. Un Curso de Milagros nos hace conscientes de que Dios habla de su Unigénito, no habla de muchos hijos, habla de su Único Hijo, y es, porque todos somos Uno. Luego, no has perdido a nadie, busca en los otros a aquel que tenías cerca. Esto es lo que hacen los voluntarios dar a todos sin distinciones, SABEN QUE TODOS SON EL MISMO SER, TÚ TAMBIÉN. Por eso, cuando das, te estás dando a ti mismo.

Puedo crear también dependencia cuando espero de forma desproporcionada reconocimiento, agradecimiento ajeno por lo que hago o me esfuerzo y ese reconocimiento no llega. ¿Estaba disfrutando de la felicidad por lo aportado a otros o estaba esperando los halagos para sentirme importante? YA ERES IMPORTANTE, no hace falta que los otros te lo digan. Tienes ausencia de reconocimiento de ti mismo. Por eso eres o te haces dependiente.

Son nuestros miedos los que nos hacen buscar a otros para que nos cubran. Pero qué es el miedo sino la creencia de que eres débil, vulnerable. La creencia de que eres un cuerpo. ¿Eres un cuerpo? Si has contestado afirmativamente, está claro que cuando ya no seas cuerpo, no serás nada. Con este tipo de creencias, muchos seres buscan “adornar” su cuerpo, hacerlos más bellos, más esbeltos, más fornidos, más …. (pon la etiqueta que quieras), porque de otra forma, no son nada. Conclusión: TE HAS HECHO DEPENDIENTE DE TU IMAGEN.

Las dependencias son creencias en las carencias, en las necesidades. Recuerda, sólo necesitas agua y algo que comer (tampoco mucho), de todo lo demás, no necesitas, tan solo puedes desear.

Dominar o tener afán de dominio, también es dependencia. Creemos que dominando tenemos, pero nada más lejos de la realidad, dejando ser es cuando tienes. Estos son los casos, por ejemplo, de los maltratadores, los manipuladores, los poderosos, creen tener manejando a los demás. Y ¿quiénes creen en estos seres? Los que están en el polo ambivalente, los que creen que estarán a salvo en manos del que dice es “poderoso”, porque ellos se creen débiles; pero ¿acaso no están en el mismo polo? ¿no creen ambos que son débiles? Ambos son dependientes. El carcelero está tan encarcelado como a aquel a quien tiene que vigilar.

Como hemos visto todas las dependencias son falta de confianza en uno mismo, miedos. Si quieres salir de tus dependencias, lucha con tus miedos:
1)   Toma conciencia de lo importante que eres.
2)   Asume riesgos y pérdidas (que no son tales, verdaderamente).
3)   No interpretes como necesario lo que no lo es.
4)   Actúa con valentía dando toda la abundancia de tu ser.
5)   Disfruta de tu entrega.
6)   Ten la certeza de que dando te das a ti mismo.

Espero haya sido de tu agrado y, por favor, compártelo con tus conocidos.
Un fuerte abrazo.

Juan Fernández Quesada. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu comentario aparecerá una vez revisado por el moderador de la página. Gracias.