domingo, 29 de noviembre de 2020

JOAN SÁNCHEZ-FORTÚN - AUTOENGAÑO


Este es uno de los mecanismos de "defensa" más utilizado por el ser humano en su trayectoria cotidiana: Nuestro gran desconocido, del que poco se habla.  Gestiona una parte importante de nuestra existencia, posiblemente, alrededor de un 70%, más inconscientemente que consciente, circunstancia y realidad que desconocemos al estar profundamente arraigado en nuestra conducta y condición humana. Este autoengaño goza de nuestra aprobación -sin ser plenamente conscientes- por los "beneficios" obtenidos, no obstante, desconocemos la gran influencia que ejerce sobre nuestras personas.  

Podríamos afirmar que, de no existir este mecanismo de defensa, el ser humano tendría que "inventárselo" para justificar actuaciones irresponsables, censurables e inmorales al objeto de descargar nuestra conciencia negativa, con el fin de conseguir un falso equilibrio emocional y paz interior, de los que no dispondríamos por la inexistencia de tal mecanismo de defensa.  

La razón está de mi parte; el otro es quién está equivocado o tiene la culpa; no lo recuerdo; no dije eso…, son las expresiones más comunes que, bajo estas engañosas expresiones y falsos razonamientos y planteamiento, los humanos gestionamos una gran parte de nuestra existencia, de tal modo, reprimimos nuestra conciencia negativa para no enfrentarnos a la realidad, a sus consecuencias y a los problemas que responsablemente debemos afrontar. La práctica del autoengaño ejerce la función de válvula de escape a nuestras conductas y actuaciones irresponsables, las que poco favorecen en nuestro proceso evolutivo y crecimiento personal, 

-Objetivos del autoengaño -entre otros-: 

Justificar actuaciones injustificables e impropias. Para descargar la conciencia negativa. 

Darnos la razón, cuando objetivamente no la tenemos. Para eludir nuestra responsabilidad

Obtener algún tipo de beneficios. Entre ellos, la aprobación ajena mediante nuestros "razonamientos". 

Obviar o negar la realidad. Para justificar conductas negativas y eludir la responsabilidad correspondiente. 

Hacer uso y abuso de la medio verdad o medio mentira. Al objeto de obtener credibilidad ante actitudes irresponsables

Hacernos sentir poseedores de la verdad.  En la que necesitamos creer para eludir nuestras responsabilidades

No reconocer los errores cometidos. De tal modo, nos exculpamos irresponsablemente de haberlos realizado. 

Culpar al prójimo para no reconocer nuestros actos indebidos. Así, dificultamos nuestro proceso evolutivo.    

 Exculparnos de actos irresponsables. Mediante el autoengaño, "conseguiremos" engañarnos y engañar al prójimo.  

Justificar mentiras. Para eludir responsabilidades y obtener credibilidad entre las personas. 

Observaremos que la palabra responsabilidad tiene mucho que ver en el trascurso de estas últimas líneas: Justamente, esta palabra y su significado son los que distingue a quién la posee con un alto nivel evolutivo. La responsabilidad, por definición, es el contrapunto a la mentira. ¡Cómo justificamos nuestros actos indebidos e irresponsables: mediante la mentira! 

La mentira nos conduce a la destrucción de nuestra persona y esencia como seres humanos.

Desde la evolución y el crecimiento personal, el autoengaño dejará de tener un sentido primordial e influencia en nuestra existencia.

Como colofón a los apartados anteriores y a modo de resumen podríamos afirmar que el objetivo principal del autoengaño, es el de no reconocer los errores cometidos y actuaciones injustificables, al tiempo de acallar nuestra conciencia negativa.  

 

 

 

 

viernes, 27 de noviembre de 2020

EL RINCÓN DE INMA: ¿APARIENCIA O REALIDAD?

 



El desayuno es uno de mis momentos preferidos del día, con el silencio por compañía, practico, cada mañana, el arte de fundir mis manos con una taza de café que revienta la escala de grados Fahrenheit, se suman a la fiesta unas tostadas con cualquier clase de mermelada.

 

La falta de conexiones neuronales a esa hora me facilita crear un perfecto instante presente.

 

En pleno ritual unas letras tan grandes como para llamar mi atención resaltan en una bolsa de regalices situada sobre la mesa. Me sorprende tanto la frase, que parece que   baila ante mis ojos: ¡con zumo de fruta!

 

La curiosidad me lleva a dar la vuelta al paquete necesito más información, información es poder. Y leo:

 

Ingredientes: azúcar, jarabe de glucosa y fructosa, harina de TRIGO (GLUTEN), agua, acidulante (E330), pectina, 2% zumo de fruta mixta a partir de concentrado, aroma, emulgente (E471), conservante (E202), regulador acidez (E331), colorantes (E120), concentrado frutas y verduras: boniato, manzana, rábano, cereza. Agentes recubrimiento (E901, E904).

 

Después de leerlo y por el tamaño de la letra deduzco que la única población que corre algún riesgo serio consumiendo este producto es la celiaca, también me alegra saber que contiene verduras, todo un detalle y confirmo que mi vocabulario sigue siendo pobre, ya que desconozco el significado de muchas palabras.

 

Además, me quedo con la sensación de que o nos mienten o no nos dicen la verdad que no sé si es lo mismo.

 

De ahí salto a una analogía con nuestras relaciones personales y me planteo si podríamos evitar muchas de las situaciones que nos ocurren, si leyéramos más allá de lo que los demás nos muestran, puede que las apariencias solo sean ese dos por ciento, como el zumo de fruta; empiezo a pensar si decimos la verdad como norma general o la disfrazamos de reguladores de acidez para que los demás se la traguen mejor.

 

Analizo por qué nos creemos lo que queremos escuchar, aun sabiendo que está repleto de colorantes y agentes de recubrimiento; trato de comprender por qué perdemos tanta energía con personas que les importamos un rábano y no son sanas por mucha verdura que lleven y tampoco entiendo por qué a veces nos gusta vivir en una ignorancia, endulzada con jarabe de glucosa.

 

Mientras empieza a enfriarse el café, considero que es posible que sólo nos sinceremos cuando nos vaya la vida en ello, como la de los celíacos,  y un eco lejano mezclado con el crujir de la tostada musita que ¡bastante poco nos pasa!

 

INMA REYERO DE BENITO

domingo, 22 de noviembre de 2020

JOAN SÁNCHEZ-FORTÚN - FRASES PARA REFLEXIONAR

 


-Quien critica a su semejante, se critica a sí mismo. 

-El sentimiento y la voluntad de no agredir nos hacen sentir más libres. 

-Ninguna pregunta debe ser desleal, ninguna respuesta merece ser traicionada. 

-La inteligencia nos ayuda a resolver circunstancias o problemas materiales; la evolución, a dar respuesta a nuestros problemas emocionales. Ésta es la diferencia. 

-No hablemos tanto de nuestra voluntad: demostrémosla. 

-Por la debida consideración y el respeto que debemos a la palabra, valoremos en su justa medida tanto el fondo como la forma, si deseamos ser respetuosamente escuchados y valorados.  

-Si desconoces adónde vas, improbablemente llegarás a tu destino. Si no te conoces interiormente, ¿cómo podrás relacionarte contigo mismo, con tu semejante y alcanzar tu destino? 

-Resaltemos los valores de la otra persona; esto creará una corriente de amabilidad que facilitará la relación personal en beneficio de ambos. 

-Cuanto más hayas crecido y madurado como persona, más dejarán de molestarte tanto las críticas ajenas.     

-El problema no es tanto cometer errores, sino en no cobrar conciencia de ellos: volveremos a repetirlos. 

-No sufrimos tanto por las situaciones conflictivas no resueltas, sino por nuestra ignorancia, desconocimiento e incapacidad para hallar la respuesta. 

 -No valores tanto el grado de sabiduría e inteligencia alcanzada, sino el uso humano que hagas de ellos en beneficio propio, de tus semejantes, y para alcanzar una existencia más plena y compartida

-No te preocupes tanto si no eres querido en vida: nadie llorará tu muerte ni causarás dolor. 

-Si deseas transitar de un pasado oscuro a un presente resplandeciente, ten la valentía de replantearte tu pasado para tener un presente más pleno, el que te proporcionará un futuro más cierto y gratificante. 

-Todos deseamos y merecemos una vida mejor; pero, con nuestra conducta y talante, ¿somos acreedores de ella?  ¡Éste puede ser nuestro reto!

 

NAVIDADES SIN VAHO EN LOS CRISTALES

 


Cae la niebla, ¡ya está otra vez aquí!. El fantasmagórico e interminable invierno leonés. Y digo “leonés” porque posee un cariz especial. En cuanto asoma se lleva un porcentaje altísimo de alegría y de predisposición a hacer vida. De repente se extiende sobre la ciudad un manto de amargura que no deja de tener su encanto. Pero es tan prolongado que lo pierde, dejándonos sólo la parte gélida y anodina, amén de inmensa.

Y, por si fuera poco la situación, me coloca delante de escaparates en los que antes dejaba mi aliento en el cristal, para poder ver las maravillas del otro lado de la frontera. Ahora ya no se toma el vaho de mi aliento, ya que no hay vidrio que lo refleje. Ahora sólo papeles de SE VENDE, SE TRASPASA, y éstos no admiten vaho navideño, sólo toma cantidades desorbitadas fuera del alcance común de los mortales.

Lástima de navidad sin vaho de afirmarnos a ver las ilusiones. Por mucha luz que pongan, prefiero la marca de mi nariz sobre el vaho navideño. A pesar de lo cual os deseo unas familiares navidades plenas de sorpresas y ¿por qué no? llenas de VAHO.

FELIZ NAVIDAD A TODA LA PEÑA DE LA ASOCIACIÓN.

Un beso y un abrazo para todos y disfrutad de la navidad como niños.

FERNANDO PASTOR PEÑA

 

sábado, 21 de noviembre de 2020

55.- CHARLAS DE ESPIRITUALIDAD DE ANTHONY DE MELLO - CHARLA 54 (segunda parte) LA TIERRA DEL AMOR



Voy a terminar con una hermosa historia. Hubo un hombre que inventó el arte de producir fuego. Tomó sus herramientas y fue a una tribu que residía en un lugar del norte en que hacía mucho frío, un frío cortante. Les enseño a los de la tribu a producir fuego. Ellos se interesaron muchísimo. Les enseño que el fuego era útil para varias cosas: para cocinar, para calentarse, etc. Ellos estaban muy agradecidos con él por haberles enseñado el arte de producir fuego. Pero antes de que pudieran expresar su gratitud, el hombre desapareció. A él no le interesaba el reconocimiento o la gratitud de la tribu; le interesaba el bienestar de ésta. Fue a otra tribu, en la cual también se dedicó a enseñarles el valor de su invento. Allí también la gente estaba interesada, un poquito demasiado interesada para la paz mental de sus sacerdotes, quienes empezaron a notar que este hombre congregaba multitudes mientras ellos perdían popularidad. De manera que decidieron eliminarlo. Lo envenenaron, lo crucificaron, díganlo como quieran. Pero temían que ahora la gente se volviera contra ellos, de manera que fueron prudentes, incluso astutos, ¿Saben que hicieron? Mandaron hacer un retrato del hombre y lo pusieron sobre el altar principal del templo. Enfrente del retrato pusieron los instrumentos del fuego, lo cual hicieron debidamente durante siglos. Siguieron la veneración y la adoración, pero no había fuego.

 

¿En dónde está el fuego? ¿En dónde está el amor? ¿En dónde está la droga desarraigada de usted? ¿En dónde está la libertad? De esto se trata la espiritualidad. Trágicamente, tendemos a perder esto de vista, ¿no es así? De esto se trata Jesucristo. Pero le dimos demasiado énfasis al "Señor, Señor", ¿no es verdad? ¿En dónde está el fuego? Y si el culto no lleva al fuego, si la adoración no lleva al amor, si la liturgia no lleva a una percepción más clara de la realidad, si Dios no lleva a la vida, ¿de qué sirve la religión excepto para crear más divisiones, más fanatismo, más antagonismo? No es por falta de religión, en el sentido ordinario de la palabra, por lo que sufre el mundo; es por falta de amor, de consciencia, y no de otro modo. Comprendan los obstáculos que les ponen al amor, a la libertad, a la felicidad y la oscuridad desaparecerá. La felicidad no es algo que se adquiere; el amor no es algo que uno produce; el amor es algo que uno tiene; el amor es algo que lo tiene a uno. Uno no tiene el viento, las estrellas y la lluvia. Uno no posee estas cosas; uno se entrega a ellas. Y la entrega ocurre cuando uno toma consciencia de sus ideas ilusorias, de sus adicciones, cuando uno tenga una consciencia de sus deseos y sus temores. Como les dije antes, en primer lugar, la comprensión psicológica es de gran ayuda, pero no el análisis. Uno de los grandes terapeutas estadounidenses lo dijo muy bien: "Lo que cuenta es la experiencia del "Ah, sí", eso es visión. Eso es cambio. En segundo lugar, la comprensión de su adicción es importante. Se necesita tiempo. Desgraciadamente, se dedica mucho tiempo al culto y al canto de alabanzas y a cantar canciones, tiempo que podría dedicarse con buenos frutos a la comprensión de sí mismo. Las celebraciones litúrgicas comunes no producen comunidad. Ustedes saben en el fondo del alma, y también lo sé yo, que esas celebraciones solamente sirven para ocultar las diferencias.

 

La comunidad se produce comprendiendo los bloqueos que le ponemos a la comunidad, comprendiendo los conflictos que surgen como resultado de nuestros temores y nuestros deseos. En ese momento, surge la comunidad. Debemos tener cuidado, para no convertir el culto en otra distracción en la importante empresa de vivir. Y vivir no significa trabajar en el gobierno, o ser un gran hombre de negocios, o hacer actos de caridad. Eso no es vivir. Vivir es descartar todos los impedimentos y vivir en el momento presente con frescura. "Las aves del cielo... ellas no trabajan ni hilan" -eso es vivir. Empecé diciendo que la gente está dormida, muerta. Hay gente muerta gobernando, gente muerta dirigiendo los grandes negocios, gente muerta educando a otros; ¡Vivan! El culto debe ayudar a esto, o es inútil. Y progresivamente - ustedes saben esto y yo también- estamos perdiendo a los jóvenes en todas partes. Ellos nos odian; no les interesa tener más temores y más culpas. No les interesan más sermones y exhortaciones. Pero les interesa aprender sobre el amor. ¿Cómo puedo ser feliz? ¿Cómo puedo estar realmente vivo? ¿Cómo puedo tener la experiencia de esas cosas maravillosas de las que hablan los místicos? De manera que eso es lo segundo - La comprensión. En tercer lugar, no se identifique. Mientras venía hoy para acá alguien me preguntó: "Alguna vez se ha sentido usted deprimido?" Realmente, a veces me deprimo. Me dan mis ataques. Pero no duran, realmente no duran. ¿Qué hago? Primer paso: No me identifico. Aquí tenemos un sentimiento de depresión. En lugar de ponerme tenso, en lugar de irritarme conmigo mismo debido a eso, comprendo que estoy deprimido, decepcionado, o lo que sea. Segundo paso: Admito que el sentimiento está en mí, no en la otra persona, es decir, en la persona que no me mandó una carta, no en el mundo exterior, está en mí. Porque mientras piense que está fuera de mí, considero justificado conservar mis sentimientos. No puedo decir que todo el mundo se sienta así; en realidad, solamente los idiotas se sentirían así, solamente las personas dormidas. Tercer paso: No me identifico con el sentimiento. El "yo" no es ese sentimiento. El "yo" no está solo, el "yo" no está deprimido, el "yo" no está decepcionado. La decepción está allí, uno la observa. Ustedes se sorprenderán con la rapidez con que desaparece. Cualquier cosa de la cual uno tenga consciencia cambia continuamente; las nubes se mueven continuamente. cuando uno logra eso, comprende de muchas maneras por qué había nubes.

 

Tengo aquí una hermosa cita, unas pocas frases que yo escribiría en letras de oro. Las tomé del libro de A.S. Neill, Summerhill. Antes, debo exponer algunos antecedentes. Probablemente ustedes saben que Neill fue educador durante cuarenta años. Tenía un colegio muy independiente. Recibía niños y niñas, y los dejaba ser libres. ¿Usted quiere aprender a leer y a escribir? Muy bien. ¿No quiere aprender a leer y a escribir? Muy bien. Usted puede hacer lo que quiera con su vida, mientras no se inmiscuya en los asuntos de otra persona. No interfiera la libertad de otra persona; por lo demás, usted es libre. Dice Neill que los peores casos le llegaban de colegios religiosos. Por supuesto, esto era en los viejos tiempos. Dice que estos niños tardaban alrededor de seis meses en sobreponerse a toda la ira y el resentimiento que habían reprimido. durante seis meses se rebelaban, luchaban contra el sistema. El peor caso fue el de una niña que montaba en su bicicleta y se iba para el pueblo, evitando las clases, evitando el colegio, evitando todo. Pero una vez que superaban su rebeldía, todos querían aprender; hasta empezaban a protestar: "¿por qué no tenemos clase hoy?" Pero solamente estudiaban lo que les interesaba. Se transformaban. Al principio, los padres temían mandar a sus hijos a este colegio; decían: "¿Cómo puede usted educarlos si no se les impone disciplina? Hay que enseñarles, orientarlos". ¿Cuál fue el secreto del éxito de Niel? A él le llegaban los peores niños, los que todo el mundo había dado por perdidos, y en seis meses se transformaban. Escuchen lo que dijo, palabras extraordinarias, palabras santas: "Cada niño tiene un dios en él. Nuestros intentos por moldear al niño convertirán al dios en un demonio. Los niños llegan a mi colegio, pequeños diablos, odian el mundo, son destructivos, maleducados, mentirosos, ladrones, de mal humor. En seis meses se transforman en niños felices, saludables, que no hacen ningún mal". éstas son palabras sorprendentes en boca de un hombre cuyo colegio en la Gran Bretaña es inspeccionado regularmente por personas del Ministerio de educación, por cualquier director o directora o por cualquier persona que quiera ir. Sorprendente. Ése era su carisma. Estas cosas no se hacen siguiendo un plan predeterminado; hay que ser una persona especial. En algunas de sus conferencias a directores y directoras, Neill les dice: "Vengan a Summerhill, y verán que todos los árboles frutales están cargados de frutas; nadie arranca las frutas de los árboles; no hay ningún deseo de atacar a la autoridad; los niños comen bien y no hay resentimiento ni ira. Vengan a Summerhill y nunca encontrarán a un niño lisiado que tenga sobrenombre (ustedes saben cómo pueden ser de crueles los niños cuando alguien es tartamudo). Ustedes nunca encontrarán a nadie burlándose de un tartamudo, nunca. En esos niños no hay violencia porque nadie es violento con ellos". Escuchen esas palabras de revelación, palabras sagradas. en el mundo hay personas así. A pesar de lo que les puedan decir los sabios, los sacerdotes y los teólogos, en el mundo hay personas que no tienen peleas, ni celos, ni conflictos, ni guerras, ni enemistades. ¡Ninguna de esas cosas! En mi país existen, o, me da tristeza decirlo, existieron hasta hace poco. Yo tenía amigos jesuitas que vivían y trabajaban con personas que según me decían eran incapaces de robar o mentir. Una hermana me dijo que cuando ella fue al noreste de la india a trabajar con algunas tribus, la gente no cerraba, o guardaba nada con llave. Nunca se robaban nada y nunca decían mentiras - hasta que llegaron el gobierno y los misioneros. Cada niño tiene en él un dios; nuestros intentos por moldearlo convertirán al niño en un demonio.

 

Hay una hermosa película italiana dirigida por Federico Fellini, llamada 81/2. En una escena aparece un hermano cristiano en una excursión con un grupo de muchachos de ocho a diez años. Están en la playa, caminando, mientras el hermano viene detrás con tres o cuatro muchachos a su alrededor. Se encuentran con una mujer mayor que es prostituta, y le dicen:

- Hola.

Ella contesta:

- Hola.

Ellos preguntan:

- ¿Quién eres tú?

Y ella dice

- Yo soy una prostituta.

Ellos no saben qué es eso, pero fingen saberlo. Uno de los muchachos que sabe más que los otros, dice:

- Una prostituta es una mujer que hace ciertas cosas si uno le paga.

Ellos preguntan:

- ¿Haría ella esas cosas si le pagamos?

- ¿Por qué no? fue la respuesta.

De manera que hacen una colecta, le dan el dinero y le dicen:

- ¿Haría ciertas cosas ahora que te hemos dado el dinero?

Ella responde:

- Por supuesto muchachos, ¿qué quieren que haga?

Lo único que se les ocurre a los muchachos es que ella se quite la ropa. Y ella lo hace. Bueno, la miran; nunca habían visto a una mujer desnuda. No saben qué más hacer, de modo que le dicen:

- ¿Quieres bailar?

Ella dice:

- Por supuesto

Ellos se reúnen alrededor de ella cantando y batiendo palmas; la prostituta mueve el trasero, y ellos se divierten de lo lindo. El hermano ve todo esto. Corre por la playa y le grita a la mujer. La hace vestir, y el narrador dice: "En ese momento, los niños se corrompieron, hasta entonces eran inocentes, hermosos". Éste no es un problema infrecuente. En la India, conozco a un misionero muy conservador, un jesuita, quien asistió a uno de mis talleres. Mientras yo desarrollaba este tema durante dos días, él sufría. La segunda noche vino a buscarme y me dijo:

- Tony, no puedo explicarte cuanto sufro cuando te escucho.

- ¿Por qué, Stan? - le pregunté.

Me contestó:

- Tú estás reviviendo una pregunta que he reprimido durante veinticinco años, una horrible pregunta. Una y otra vez me he preguntado: ¿Habré corrompido a mi gente convirtiéndola al cristianismo?

 

Este jesuita no era uno de esos progresistas, era ortodoxo. Devoto, piadoso, conservador. Pero sentía que corrompía a una gente feliz, amable, sencilla, sin malicia, convirtiéndola al cristianismo.

 

Los misioneros estadounidenses que fueron a las islas de los Mares del Sur con sus esposas se horrorizaron cuando vieron que las mujeres nativas iban a la iglesia con los pechos descubiertos. Las esposas insistieron en que las mujeres estuvieran decentemente vestidas. De modo que los misioneros les dieron camisas para que se las pusieran. Al domingo siguiente, las mujeres llegaron con las camisas puestas, pero con dos grandes huecos para estar cómodas y ventilarse. Ellas tenían la razón; los misioneros estaban equivocados.

 

Ahora ... regresemos a Neill, quien dice: "Yo no soy un genio, soy sencillamente un hombre que se niega a guiar los pasos de los niños". Pero entonces, ¿qué pasa con el pecado original? Neill dice que cada niño tiene un dios en él; nuestros intentos por moldearlo convierten al dios en un demonio. Él permite que los niños formen sus propios valores, y los valores son invariablemente buenos y sociales ¿Pueden ustedes creerlo? Cuando un niño se siente amado (lo que significa: cuando un niño siente que usted está de su lado), estará bien. El niño ya no experimenta la violencia. No hay temor, por eso no hay violencia. El niño empieza a tratar a los demás como lo tratan a él. Ustedes tienen que leer ese libro. Es un libro sagrado, realmente lo es. Léanlo; revolucionó mi vida y mi manera de relacionarme con la gente. Empecé a ver milagros. Empecé a ver la insatisfacción conmigo mismo que me habían inculcado, la competición, las comparaciones, el "eso no es suficientemente bueno", etc. Ustedes podrían objetar que, si no me hubieran presionado, no sería lo que soy. ¿Necesitaba toda esa presión? Y, de todas maneras, ¿quién quiere ser lo que yo soy? Quiero ser feliz, quiero ser santo, quiero amar, quiero estar en paz, quiero ser libre, quiero ser humano.

 

¿Saben de dónde vienen las guerras? Vienen de proyectar hacia afuera el conflicto que tenemos dentro. Muéstrenme un individuo que no tenga un conflicto interno y yo les mostraré a un individuo que no es violento. Sus acciones serán eficaces, incluso duras, pero estará libre de odio. cuando actúa, actúa como el cirujano; cuando actúa, actúa como el maestro amante de los niños que tienen retardo mental. Uno no los culpa, los comprende; pero se lanza a la acción. Por otra parte, si uno se lanza a la acción con su propio odio y su propia violencia sin resolver, el error se agrava. Trató de apagar el fuego con más fuego. Trató de controlar una inundación echando más agua. Repito lo que dijo Neill: "Cada niño tiene un dios en él. Nuestros intentos por moldear al niño convertirán al dios en un demonio. Los niños llegan a mi colegio como pequeños demonios, odiando el mundo, destructivos, maleducados, mentirosos, robando, de mal humor. A los seis meses son niños felices y saludables que no hacen ningún mal. Y yo no soy un genio, simplemente un hombre que se niega a dirigir los pasos de los niños. Yo les permito formar sus propios valores y los valores son invariablemente buenos y sociales. La religión que vuelve buena a la gente la vuelve mala, pero la religión conocida como libertad hace que todas las personas sean buenas, porque destruye el conflicto interno (yo agregué la palabra "interno") que convierte a las personas en demonios".

 

Neill dice también: "Lo primero que hago cuando un niño llega a Summerhill es destruir su conciencia". Supongo que ustedes saben a qué se refiere, porque yo sé a qué se refiere. No se necesita conciencia cuando se tiene consciencia*; no se necesita la conciencia cuando se tiene sensibilidad. No se es violento, no se es temeroso.

 

* Conciencia: Facultad de discriminar entre el bien y el mal

Consciencia: Conocimiento intuitivo que tiene el individuo de sí mismo y del medio que lo rodea (N. del Ed).

 

Probablemente ustedes piensen que éste es un ideal inalcanzable. Bien, lean ese libro. Me he encontrado aquí y allá con individuos que de repente se tropiezan con esta verdad; la raíz del mal está dentro de uno mismo. A medida que uno comprenda esto, va dejando de forzase, y uno comprende. Nútranse con alimentos sanos, con alimentos sanos y bueno, no me refiero al alimento en el sentido literal; me refiero a puestas de sol, a la naturaleza, a una buena película, a un buen libro, a un trabajo agradable, a la buena compañía, y se podrá esperar que ustedes rompan sus adicciones a esos otros sentimientos.

 

¿Qué sentimiento tienen ustedes cuando están en contacto con la naturaleza, o cuando están absortos en un trabajo que aman? ¿O cuando conversan con alguien cuya compañía disfrutan en la sinceridad y en la intimidad sin apegarse? ¿Qué clase de sentimientos tienen? comparen esos sentimientos con los que tienen cuando ganan una discusión, o cuando ganan una carrera, o cuando son populares, o cuando todo el mundo los aplaude. A éstos últimos los llamo sentimientos mundanos; a los primeros los llamo sentimientos del alma. Muchas personas ganan el mundo y pierden su alma. Muchas personas viven una vida vacía, sin alma, porque se alimentan de la popularidad, el aprecio, la alabanza, el "yo estoy bien, tú estás bien", de mírenme, préstenme atención, apóyenme, aprécienme; de ser el jefe, de tener poder, de ganar la carrera. ¿Se alimentan ustedes de eso? Si así es, están muertos. Perdieron su alma. Aliméntense del otro material más nutritivo. entonces verán la transformación. Les di todo un programa de vida, ¿no es verdad?

 

ANTHONY DE MELLO

viernes, 20 de noviembre de 2020

EL RINCÓN DE INMA – ROMPER LAS REGLAS

 


Mantenerme en la zona de confort es un eco lejano en mi nueva realidad. Hace tiempo he orientado mi brújula hacia nortes que me den miedo, que pongan a prueba mis límites, consciente de que si consigo traspasarlos un nuevo mundo de posibilidades emergerá bajo mis pies aún temblorosos.

 

Einstein dijo que una mente que se abre a una nueva idea jamás volverá a su tamaño original, partiendo de este concepto voy dando pequeños pasos en un intento de mejorar mi forma de escribir y aprender a expresarme con más precisión y belleza.

 

Iba en busca de fórmulas mágicas pero descubrí que todo vale y nada es suficiente, es cuestión de equilibrio. Muy aplicable también a la vida, me interesa.

 

No es conveniente tirar de clichés o frases hechas ¡a buenas horas mangas verdes! acababa de llegar y despedirme a la francesa me venía como anillo al dedo.

 

El texto resulta cacofónico y no es específico si utilizamos determinados adverbios, esto lo he comprendido meridianamente, súbitamente, literalmente, y es una práctica que nunca he utilizado excesivamente ya que la considero especialmente equivocada.

 

Parece que hasta la lista de la compra puede ser algo artístico, veamos:

Bebida de avena.

Aguacate madurito.

El carro del supermercado siempre se tuerce a la derecha.

Manzanas medianas de oferta.

Pan de espelta rebanado.

Sonreír a la cajera.

Las bolsas de plástico no son amigas de los productos, la pelea es constante, nada encaja,el próximo día la pido de papel.

Llueve gel en mi mano, en la calle anochece.

 

No se repiten palabras, ralentizan el texto, no repetiré palabras, aprendo rápido, no repetiré palabras, buscaré otras expresiones, no repetiré palabras, no, no repetiré.

 

Y la b y la v; hervir, servir y vivir. Y la g y la j; tejer y crujir. Y la tilde diacrítica que es la que critica todo el día; si él te ofrece el té, mejor te lo tomas sí o sí.

 

Por si fuera poco, puedo apropiarme de creaciones de otras personas y estar de pronto escribiendo los versos más tristes esta noche en un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme porque vislumbro que no volverán las oscuras golondrinas en mi balcón sus nidos a colgar.

 

Después de esta minuciosa investigación puedo concluir sin temor a equivocarme cosas tan interesantes como que el tiempo sin ti sería " empo" y que "el arte" es morirte de frío.

 

INMA REYERO DE BENITO

domingo, 15 de noviembre de 2020

JOAN SÁNCHEZ-FORTÚN: EL SENTIDO DE LA VIDA

 


Improbablemente podremos ofrecer la moneda que no​tenemos. De la misma manera, tampoco podremos ofrecer a nuestros semejantes la ayuda y comprensión que necesitan si previamente no hemos evolucionado y crecido como seres humanos.   Entonces sí, desde esta perspectiva evolutiva y humanista, estaremos más capacitados para dar un sentido más profundo y positivo a nuestra persona en la relación humana, siempre, en beneficio de nuestros semejantes.  

Tenemos el deber y la obligación de cuidar nuestra mente -salud mental- y nuestro cuerpo. Con esta actitud, conseguiremos un cierto equilibrio interior y bienestar personal. En esta situación, estaremos más preparados y capacitados para ayudar, en función de nuestra evolución y valores adquiridos, a aquellos seres humanos que, por sus circunstancias personales, estuvieran más necesitados de recibir ayuda.  

 Debemos recordar que cada persona es un mundo diferente con unas necesidades y aspiraciones a las que debe dar su respuesta. En las que encuentre el sentido y el complemento de su existencia: es decir; su por qué. 

Desde este simple razonamiento, tenemos el deber de comprender desde nuestra parcela más humana y cercana a aquellas personas que, con unos desajustes de personalidad y actitud conflictiva, necesitan ser comprendidas antes que criticadas. Las que necesitan de: nuestra solidaridad para mejor entender sus circunstancias personales, para evitar, de tal modo, la crítica fácil, gratuita y sin sentido hacia sus personas; de nuestra consideración y respeto a pesar de…; de nuestra humanidad para escucharlas y sentirlas. Todo ello, serán esas palabras y actitudes mágicas, imprescindibles y necesarias en nuestro proceso y proyecto evolutivo si deseamos, con nuestra conducta, dar un mayor significado al sentido de nuestra existencia.  

El sentido de la vida, desde la perspectiva humanista, es el de vivirla desde la igualdad, evitando la superioridad y la confrontación siempre innecesarias; desear lo mejor para uno mismo, pero sin olvidarnos del prójimo; potenciar y convertir la escucha -escuchar para sentir- responsable en uno de los sentidos y proyecto de vida porque, a través de ella,  facilitará la comprensión, la tolerancia y la capacidad afectiva hacia nuestros semejantes, sin olvidarnos de esas otras mágicas palabras como son la humanidad, la humildad y la responsabilidad. Desterrar el ego, la envidia y el egoísmo junto a lo anteriormente aportado, serán esas señas inequívocas de nuestra identidad humana y humanista, las que favorecerán y potenciarán nuestro proceso evolutivo y darán, ciertamente, un sentido más humano, profundo y cercano a nuestra vida y existencia.  

Desde la madurez que proporcionan la evolución y el crecimiento personal, estaremos más preparados y capacitados en dar un sentido más positivo, profundo y humano a nuestra existencia en beneficio de las personas necesitadas de comprensión y de afecto, de cercanía y de humanidad. Todo ello, por un mundo mejor y más humano. Bien merece la pena.

 

viernes, 13 de noviembre de 2020

EL RINCÓN DE INMA: CICATRICES

 


Aquella mañana, sin ningún tipo de explicación cambiaría el rumbo de su vida.

 

A la vez que escuchaba cómo se alejaban sus pasos mientras sus caminos se bifurcaban para siempre, el peso del mundo cayó sobre sus delicados hombros.

 

Se observaba allí desvencijado y empezó a hacer un repaso una y otra vez de lo que pudo ocurrir; repasaba cada abrazo y los encontraba todos perfectos, repasaba las veces que había rodado por el suelo sin una queja, repasaba las tardes de cosquillas y el día que le puso aquel extraño nombre cariñoso y cómico a la vez.

 

No encontraba ninguna pista y en cada repaso se deslizaba un poco más sin querer ser lo que ya era: el protagonista absoluto de un espacio vacío para él.

 

Se sintió náufrago y forastero, sin faro ni mapa, trató de identificar su territorio recién colonizado; debajo una papelera sustentaba su peso muerto y de paso le salvaba de una caída inminente; detrás una pared del color de los malos augurios con tantas cicatrices que quién sabe si también alguien la había depositado allí; de frente la nada.

 

Perdió la noción del tiempo, su mente se fundió al blanco; distraído observó en su cuerpo las heridas de otras pieles, al tocarlas comprobó que ya no sangraban tanto, eso le reconfortó.

 

En ese momento se imaginó al soldadito de plomo que seguiría en su pacífica estantería y deseó tener su coraza y cambiar abrazos por arrojo; sensibilidad por confianza.

 

Algo que sabía que no iba a pasar, jugar a ser otro nunca funciona, sería mejor esperar; pensándolo bien la vida es una aventura y no era para tanto estar de nuevo en un escaparate.

 

INMA REYERO DE BENITO

lunes, 9 de noviembre de 2020

54 (1) - CHARLAS DE ESPIRITUALIDAD DE ANTHONY DE MELLO - CHARLA 54 - LA TIERRA DEL AMOR (PARTE 1ª)

 


Si realmente dejamos las ideas ilusorias acerca de algo que podría darnos o quitarnos, estaríamos alertas, La consecuencia de no hacerlo es terrible e ineludible. Perdemos nuestra capacidad de amar. Si usted quiere amar, debe aprender a ver de nuevo. Y si quiere ver, debe aprender a renunciar a su droga. Así es de sencillo. Renuncie a su dependencia. Rompa los tentáculos de la sociedad que lo hayan rodeado y que han sofocado su ser. Renuncie a ellos. Externamente, todo seguirá como antes, pero, aunque usted continuará estando en el mundo, ya no será del mundo. En su corazón, ahora será finalmente libre, aunque estará completamente solo. Su dependencia de la droga morirá. No tiene que irse para el desierto; está en medio de las personas, disfruta de ellas enormemente. Pero ya no tienen el poder de hacerlo feliz o desdichado. Eso es lo que significa estar solo. En esta soledad muere su dependencia. Nace la capacidad de amar. Ya no ve a los demás como un medio de satisfacer la adicción. Solamente quien lo ha intentado conoce los terrores del proceso. Es como invitarse a sí mismo a morir. Es como pedirle al pobre drogadicto que renuncie a la única felicidad que ha conocido ¿Cómo cambiará por el sabor del pan y de la fruta y el sabor limpio del aire de la mañana, la dulzura del agua de la fuente en la montaña? Mientras luche con los síntomas de la abstinencia y el vacío que siente en su interior ahora que la droga se ha acabado, nada puede llenar el vacío excepto la droga. ¿Puede usted imaginar una vida en la cual usted se niega a disfrutar o a gozar con una sola palabra de aprecio, o a reclinar la cabeza en el hombro de alguien buscando apoyo? Piense en una vida en la cual usted no dependa de nadie emocionalmente, de manera que nadie tenga el poder de hacerlo feliz o desgraciado. Usted se niega a necesitar a una persona particular o a ser especial para alguien o a sentir que alguien le pertenece. Las aves del cielo tienen sus nidos y los zorros tienen sus madrigueras, pero usted no tendrá en dónde apoyar su cabeza en su viaje por la vida. Si alguna vez llega a este estado, sabrá finalmente lo que significa ver con una visión clara y sin nubes de temor o deseo. Allí cada palabra se mide. Ver finalmente con una visión que es clara, y sin nubes de temor o de deseo. Sabrá lo que significa amar. Pero para llegar a la tierra del amor, tiene que pasar por los dolores de la muerte, porque amar a las personas significa morir a la necesidad de las personas, y estar completamente solo.

 

¿Cómo podría usted llegar allá algún día? Por medio de una consciencia incesante, por medio de una paciencia y una compasión infinitas como las que tendría por el drogadicto. Desarrollando el gusto por las cosas buenas de la vida para contrarrestar la necesidad de la droga. ¿Cuáles cosas buenas? El amor al trabajo que a usted le gusta hacer por el trabajo mismo; el amor a la risa y a la intimidad con las personas a las cuales usted no se aferra y de las cuales no depende emocionalmente, pero cuya compañía usted disfruta. También ayudará que usted realice actividades que pueda hacer con todo su ser, actividades que a usted le gusten tanto que cuando se dedique a ellas, el éxito, el reconocimiento y la aprobación sencillamente no signifiquen nada. También ayudará que regrese a la naturaleza. Despida a las multitudes, suba a las montañas, y comulgue en silencio con los árboles y las flores y los animales y las aves, con el mar y las nubes y el cielo y las estrellas. Ya le dije que mirar las cosas, ser consciente de las cosas que nos rodean es un gran ejercicio espiritual. Confiemos en que las palabras desaparecerán, los conceptos desaparecerán, y usted, ya lo verá, entrará en contacto con la realidad. Ésa es la cura para la soledad. Generalmente, tratamos de curar nuestra soledad dependiendo emocionalmente de la gente, y por medio de la sociabilidad y el ruido. Eso no es una cura. Regrese a las cosas, regrese a la naturaleza, suba a las montañas. Entonces sabrá que su corazón lo ha llevado al vasto desierto de la soledad, allí no hay nadie a su lado, absolutamente nadie.

 

Al principio esto parecerá insoportable. Pero es porque usted no está acostumbrado a estar solo. Si logra permanecer allí por un tiempo, el desierto florecerá de pronto en el amor. Su corazón estallará en cantos. Y siempre será primavera; la droga desaparecerá; usted es libre. Entonces comprenderá lo que es el amor, lo que es la felicidad, lo que es la realidad, lo que es la verdad, lo que es Dios. Usted verá, usted sabrá más allá de los conceptos y los condicionamientos, de las adicciones y los apegos. ¿Eso tiene sentido?


ANTHONY DE MELLO

domingo, 8 de noviembre de 2020

JOAN SÁNCHEZ-FORTÚN - FRASES PARA REFLEXIONAR

 


-Quien niegue su realidad, vivirá en la oscuridad.

 

-Una de las grandezas del ser humano no es tanto lo que dice sino lo que silencia.

 

-No quieras parecerte tanto a otras personas; procura ser tu mismo a pesar de...

 

-Antes de imponer nuestra opinión -decir imperiosamente lo que deben hacer-, ofrezcamos la reflexión que ayude a pensar.

 

-Cuando el dinero te dé la felicidad, cuestiónate cuán vacío puedes estar de ti mismo, de valores y de sentimientos.

 

-No presumas de repetir frases de autores relevantes: intenta descubrir por ti mismo otros horizontes; existen si deseas encontrarlos.

 

-La capacidad y la forma de afrontar los problemas, será el fiel reflejo de nuestra madurez alcanzada.

 

-No rechaces tanto la voz de tu "enemigo" si deseas conocerte: te dirá lo que tus "amigos" no se atreven a decirte o aquello que no quieres escuchar.  

 

-Antes de lanzar la primera piedra, no olvides la existencia del "eco".

 

-Escuchando sólo a quien te dé la razón, entrarás en la pirámide de la sinrazón y pérdida de realidad y de identidad.

 

-Jamás olvides a quien un día te hizo un favor: la amistad puede naufragar; el agradecimiento, jamás.

 

-Cuando alguien o algo llena tu vida, intenta averiguar qué parte de ella tienes vacía.

 

-Antes de criticar y prejuzgar a quien rechaza tu afecto y amistad, observa y valora qué motivos puede tener.

 

-Desde la verdad y el silencio responsables contribuiremos a un mundo mejor.

 

-Considérate "feliz" cuando nada ni nadie te proporcione la paz interior, sinónimo de que  la paz vive en ti.

 

 

JOAN SÁNCHEZ-FORTÚN