domingo, 28 de febrero de 2021

JOAN SÁNCHEZ FORTÚN - LA PARÁBOLA DE LA PARED

 


La pared en sus diversas utilidades y funciones nos proporciona cobijo o refugio o, desde otra perspectiva, puede llegar a ser el punto de desencuentro cuando se interpone en la comunicación y la relación entre los seres humanos. Consecuentemente, su efecto negativo quebranta la relación humana, nos incomunica del mundo externo, con lo cual, incidirá negativamente -con toda seguridad- en nuestro proceso evolutivo. 

Existe la pared física, como un hecho natural, pero más preocupante resulta ser cuando esa pared la "construyo simbólicamente" con mi actitud de indiferencia y despreocupación por el mundo externo; por las personas y sus problemáticas y por todo aquello que no haga referencia a mí mismo: Así, inicio la desestructuración de mi persona que me conducirá, probablemente, hacia un tipo de ensimismamiento, el mismo que condicionará negativamente mi forma de vivir y de pensar: sólo me importo yo.

¿Por qué buscamos con tanta insistencia unos oídos que acojan nuestros problemas, pero, a su vez, nos negamos a prestar los nuestros con tanta frecuencia e indiferencia?  Ésta es la cuestión que debemos esforzarnos en comprender para, ahora sí, cobrar conciencia de nuestra desafección e intentar erradicarla. Desde la madurez, facilitaremos altruistamente esta humanitaria labor, como es la de saber escuchar como un acto humanitario y de interés por el prójimo.

Escuchar, es la terea que tiene pendiente no sólo el individuo sino la humanidad, si deseamos construir un mundo más humano, cercano y solidario. Donde por medio de la escucha, facilitamos el conocimiento y la esencia de las personas de nuestro entorno. Nuestros oídos sabrán diferenciar - porque escuchan - aquellas palabras que necesitan ser atendidas para prestarles el apoyo necesario. 

El hecho de escuchar ya alivia, de alguna manera, la angustia ajena: simplemente, por la atención prestada, la persona se siente aligerada en su carga emotiva. ¡Éste debe de ser uno de los objetivos de la escucha! El otro; escuchar para sentir al prójimo y para sentirnos vivos; escuchar para aprender, potenciar y desarrollar una personalidad más humana, sólida y equilibrada; escuchar para contribuir a ese tan deseado mundo mejor. La sociedad tiene esta asignatura pendiente: la escucha responsable y humana.   

Desde la evolución, estaremos más preparados y capacitados -como un acto natural- en esta humanitaria labor. No despojarnos del peso que soporta nuestra mochila por situaciones no resueltas o reprimidas, impedirá el arte de la escucha. Si vivimos con una pesada carga sobre nuestros hombros, improbablemente podremos añadir una nueva: Si nuestros problemas no resueltos dificultan escucharme, mucho más difícil será escucharte.  

A modo de reflexión: 

El hombre sabio lo es más por saber escuchar que por hablar: un segundo de escucha puede contener más sabiduría que infinidad de palabras emitidas. Escuchar en silencio -porque tenemos la mochila vacía- favorece la palabra ajena. Palabra que nos abre otras fuentes vivas del aprendizaje y del conocimiento humano. 

Evolucionar, crecer como ser humano, propiciará la interiorización de mis problemas para resolverlos.  

De tal modo, propiciará y facilitará la escucha ajena. 

 

Evitemos ser como esa pared que nada retrasmite, nada escucha, nada siente. Prestar nuestros oídos a quién está necesitado de ellos, será prueba evidente de nuestra evolución, y del grado de humanidad alcanzado hasta el presente

viernes, 26 de febrero de 2021

Lo que me da la Vida quiero devolverlo porque todo es un ciclo.

 


Ayer recordaba con mucho cariño el texto titulado "Lo que me da la Vida" de mi amigo Alfonso Echavarri en su libro "Marta ya no se acuerda" y me preguntaba a mí qué me da la Vida. Y me hago consciente de que la vida me da y me ha dado mucho.

Me da vida intercambiar wasaps con mis amigos de Dones y Talentos, del Teléfono de la Esperanza de León, de mi grupo familiar, de las personas que, como mi primo Juan, me dan sus buenos días y buenas noches.

 

Me da vida saber que en León tengo como otra familia hecha en 16 años allí. Me da vida ver a muchos de mis pacientes crecer y evolucionar y haberme convertido en su amigo. Me da la vida escuchar música. Me da la vida mis grupos de formación, el descubrimiento y evolución en esos procesos. Me da la vida mirar el rostro sereno de mi mujer cuando duerme, tantos años compartidos.

 

Me da la vida hablar con mis hijos, verlos responsables en sus trabajos y vidas diarias, independientes. Me da la vida mis amigos, muchos de los cuales llevamos compartiendo trayecto más de 50 años. Me da la vida mi café de la mañana leyendo algún texto o libro. Me da la vida ver los ciclos de ella, cómo cambia la naturaleza de una estación a otra, como nuestro sol se posiciona en el cielo de forma diferente.

 

Me da la vida ver a todos aquellos seres que "a pesar de..." se afanan en dar un empuje a sus vidas. Me da la vida escuchar o elaborar una poesía bella; escuchar a Benedetti, o a mis amigos Cortijo, Jurado, Casimiro, o al hijo de unos amigos, David Bobis. Me da la vida escuchar el silencio.

 

Me da la vida sentir la presencia del Creador en todo lo que fluye. Me da la vida ver la hermosa familia en la que me crie, así como mis sobrinos. Me da la vida saber que mis padres están siempre conmigo y todo lo que me han amado.

 

¡¡Me da la vida tanto!! .... que quiero, Vida, devolverte mucho de lo que me das, por eso te amo. 

 

JUAN FERNÁNDEZ QUESADA

EL RINCÓN DE INMA - LIKE

 



Esta semana reflexiono sobre el protagonismo del móvil en nuestras vidas. Son evidentes sus ventajas siempre que tengamos el control sobre su uso. Una vez más es cuestión de sentido común y equilibrio.

Convivo con tres adolescentes y su comportamiento me hizo de espejo. Por momentos éramos cuatro zombies pegados a un trozo de plástico rectangular que tenía más importancia que nosotros mismos.

Supongo que podría haber solventado mi comportamiento con un "yo controlo" o un "no es para tanto", pero preferí asumir que mi conducta no era la más apropiada, decidí que deseaba hacer un cambio y empecé a practicar.

La frase "Cuando algo es gratis el producto eres tú" empezó a resonar en mi cabeza.

Resulta paradójico que el teléfono para lo que menos se utiliza es para hacer y recibir llamadas. Sirve para escuchar música; de agenda; de alarma; tiene una aplicación para saber el tiempo; es una cámara de fotos, con su correspondiente galería infinita; WhatsApp;  el bendito Google; podemos tener descargada alguna red social; juegos; las aplicaciones para correr, para comprar online …

Muchas veces utilizamos la tecnología cuando estamos estresados o aburridos.

La curiosidad me llevó a investigar. He descubierto que el hipocampo, una parte del cerebro que se encarga del aprendizaje, se va haciendo más pequeño por falta de estimulación. ¿Cuántos números de teléfono os sabéis de memoria? Yo, cinco números fijos que utilizaba hace muchos años y el mío ¿Por qué? Porque he dejado de trabajar esa habilidad. Si queremos resolver una operación matemática por sencilla que resulte sacamos la calculadora, cuando queremos llegar a un sitio que no conocemos ponemos Google Maps, con lo cual no memorizamos y así con infinidad de actividades.

Además, la corteza prefrontal de los bebés se estimula con luz, sonido y movimiento; justo lo que nos proporcionan las pantallas. Cuando crecen debemos fomentar que reaccionen a otros estímulos carentes de luz, sonido y movimiento, por ejemplo, estar sentado en una silla escuchando a un profesor cincuenta y cinco minutos. Si no estimulan esta área cerebral, su capacidad de prestar atención va a disminuir, así como la concentración.  Van a experimentar también dificultad para resolver problemas y una baja tolerancia a la frustración que les puede convertir en impulsivos.

"Mi mayor enemigo es el sueño" ¿Sabéis de quién es esta frase? Del creador de Netflix. Buscan tenernos conectados el mayor tiempo posible, retener nuestra atención.

Podemos tomar una serie de medidas para no perder el control sin dejar de disfrutar de sus ventajas, como quitar las notificaciones y así elegir cuando queremos entrar en determinada aplicación; evitar el uso de pantallas por la noche, ya que interfieren en los ritmos del sueño; elegir los momentos en los que queremos conectarnos, esto generará espacios de calma que contrarrestarán los chispazos de dopamina que generan las notificaciones y los likes.

El objetivo es poner las tecnologías al servicio de la vida que nosotros queremos vivir y no de la que los demás necesitan que vivamos.

 

"Quién logra serenidad en lo pequeño, adquiere fortaleza en la adversidad".

 

INMA REYERO DE BENITO

sábado, 20 de febrero de 2021

EL RINCÓN DE INMA - HAIKU

 


Una hoja brota.                                        Alborotadas

verde, amarilla, fugaz,                             gotas de puntos negros

desdichada vuela                                    lluvia de hormigas.



Es un colibrí

tormenta de colores

esparciendo luz.



INMA REYERO DE BENITO


domingo, 7 de febrero de 2021

JOAN SÁNCHEZ FORTÚN - FRASES PARA REFLEXIONAR

 


-No mires tan placenteramente el camino recorrido. Observa con humildad el que aún queda por recorrer.

 

-Con tu actitud responsable demostrarás quién eres, a pesar de las críticas negativas.

 

-Cuando nos negamos a escuchar la palabra que no deseamos oír, rompemos los lazos de comunicación.

 

    -Cuanta más riqueza quieras o necesites atesorar, ¿no será para compensar tu escasa humanidad y valores? Esta riqueza, ¿actúa a modo compensatorio de nuestras carencias personales?

 

-No nos esforcemos tanto en dar una excelente imagen; el tiempo nos pone en su justo lugar.

 

-No te hagas tan fácil el camino porque ante la adversidad, dispondrás de mejores herramientas para superarlo.

 

-Podemos llegar a olvidar a los padres biológicos, pero jamás olvidemos a quienes hicieron de padres.

 

-Tengamos la humanidad, humildad y valentía en reconocer nuestros errores, de lo contrario,   estamos condenados a repetirlos en el futuro.

 

 -La agresividad en sus distintas formas de ser, ¿es la consecuencia de nuestra irracionalidad, así como la raíz de nuestros actos instintivos?

 

-La palabra no ha de tener un carácter impositivo, sino el de provocar y abrir puntos de reflexión en nuestro semejante.

 

-No te importe tanto  "arreglar"  el mundo externo, y preocúpate de tu mundo interno: el que te acercará más a tu mismo en primer lugar y, posteriormente, a tu semejante.

 

-Cuando el hombre cobre conciencia de que la verdadera riqueza no es la que proviene de lo material, sino de los valores humanos, habrá dado el primer paso en su proceso individual y evolutivo, en beneficio de la erradicación del egoísmo y de las  conductas instintivas e irracionales carentes de humanidad.

 

-Entre otras, tenemos dos opciones: provocar tu risa frívola, o acompañarte en el llanto. Sólo la segunda te ayudará a crecer.

 

-Cuando camines con soltura, mira con humildad a quien se apoya en un bastón. Tal vez, entonces, no desearás correr más de lo necesario.

 

-Entregar los documentos en mano es un signo de distinción, elegancia y calidad humana.

 

 

viernes, 5 de febrero de 2021

EL RINCÓN DE INMA - DIME CÓMO COMES Y TE DIRÉ CÓMO AMAS LA VIDA

 

Tarta de la madre de Juan.


 

Desde que formo parte de esta asociación disfruto observando desde fuera mis reacciones ante los cambios que ocurren a mi alrededor, no vaya a ser que caiga el árbol y no escuche el ruido.

Algo tan sencillo como formar parte del grupo de WhatsApp de cocina produjo en mí una pequeña revolución. Esta también soy yo. ¿Quién no ha nadado con soltura en medio de una tormenta y se ha ahogado a continuación en un vaso de lágrimas?

Mi mente entró en modo " lluvia de ideas".

-"¿Otro grupo? No, pasa, ¡Qué pereza!". En paralelo leía a gente disfrutando sobremanera del acontecimiento "¡sí, genial, méteme! ¡Yo quiero!". Estaba claro que mi entusiasmo y determinación se habían quedado sin saldo. Decidí esperar.

-"¡Cocina, sí, apúntate! Nunca sabes qué hacer para comer, me decía mi mente. "¡Ehhh, corrige! De vez en cuando no sabes que hacer para comer, no es para tanto”.

-" No, no te apuntes, vas a engordar con tanta receta y tú has elegido alimentarte de forma saludable. "¡Ehhh, frena!. También se pueden compartir recetas sanas y no es obligatorio que las hagas todas el mismo día”.

- "¿Qué voy a aportar?, yo no sé hacer nada". Ufff, para mandarme un rato al rincón de pensar. Desde los dieciocho años viviendo fuera de casa, once años como autónoma en un bar, tres hijos. De juzgado de guardia, mi pensamiento. En fin, dos tazas de compasión para ti, bonita.

Compartir mesa con vosotr@s inclinó la balanza a favor; se me pasa por la cabeza escribir "dime cómo comes y te diré quién eres". Si convives, ¿Esperas para comer? ¿Respetas los gustos de los demás? ¿Aprovechas para conversar? Si tomas una ración diaria de noticias, mejor en otro momento, no hagas de la tele la protagonista. Si vives contigo (que nunca sol@), mímate, nada de sobras o lo primero que pilles, eres la persona más importante de tu vida, recuérdalo siempre.

Al final, ganó el pensamiento racional y ya desde dentro empecé a dar vueltas a lo que podía compartir. ¿Veis? Se puede pasar de preocuparse a ocuparse.

Durante muchos años he practicado una "cocina de supervivencia", tampoco ayuda que mido "a ojo", echo lo que lleve, añado "pizcas", lo dejo al fuego "un rato"; nunca he sido de calibrar; la cebolla la pocho "hasta que pierda la dignidad" (esta frase es de la abuela de Carmen Camacho, una escritora que os recomiendo).

Al igual que la mayoría de las facetas de la vida, la cocina no es un territorio de certezas, los únicos ingredientes que no fallan son el fuego lento y el amor.

Cuando a una persona se le da algo bien decimos que tiene buena mano, veo más preciso decir que tiene " tiene buen amor".

¿Os dais cuenta? Los ingredientes están ahí para todos. Así se cocina la vida. Así la hacemos tierna, dulce, melosa, crujiente, picante. La hacemos vuelta y vuelta, poco pasada, la comemos con los ojos, la servimos al punto o se nos pega.

Hay quien la comparte con risas y mantel, hay quién la pasa a tragos, la congela o la almacena en tupper, que se acaban estropeando.

A otros se les atraganta, a veces se les pasa, o arden con ella. Unos la espesan o la aligeran, el caso es estar en todas las salsas y que no falte la miga por si nos queda de toma pan y moja.

La vida no es para llevar, se come aquí.

 

INMA REYERO DE BENITO