lunes, 12 de noviembre de 2018

PENSAMIENTOS QUE FAVORECEN LA PRÁCTICA MEDITATIVA

Resultado de imagen de comunicación en armonía

Tenemos un enorme potencial a desarrollar, mucho más de lo que creemos. Reflexionar sobre este potencial nos hace que adquiramos una actitud abierta a desarrollarnos sin ningún límite. Cuando no pones límites a la mente todo en tu vida es posible.

Lo más estable de la vida es el CAMBIO, somos cambiantes, la vida es cambiante, dinámica. Por eso es deseable darse cuenta de la IMPERMANENCIA DE LAS COSAS. Ahora está esto aquí en esta forma, pero luego, en otro instante, no estará. Nosotros tampoco.

El poder de decisión es una de las cosas más importantes de nuestra vida. Muchas decisiones de nuestro pasado han condicionado nuestra realidad actual. Muchas otras decisiones que tomemos ahora, van a influir, no determinar, nuestro futuro.

Ponemos mucha entrega en el trabajo del cuerpo, pero poca atención al trabajo de nuestra mente. Hay una investigación de un psicólogo australiano que demuestra la importancia de nuestro trabajo mental. Tomó a un grupo de jugadores de baloncesto que llevaban varios meses sin entrenar. Los resultados de sus tiros libres eran algo decepcionantes. Formó un grupo A, al que le mandó que entrenara unos 20 minutos diarios, durante un mes en esos tiros libres. A otro grupo B, entrenamiento en visualización imaginaria de tiros libres durante el mismo tiempo. Y un tercer grupo sin entrenamiento. Al cabo de ese tiempo, los del grupo A, práctica real, mejoraron un 24%. El grupo de trabajo mental con visualizaciones, mejoraron un 23%, casi lo mismo que los primeros; y, el tercer grupo no mejoró nada. Los psicólogos experimentales ya demostraron hace tiempo que para que se produjera aprendizaje, no era necesaria la ejecución de conductas. Como vemos, en la mejora de la conducta, tampoco.

Cuando trabajamos en tener más conciencia sobre todo y sobre nuestra vida, los resultados no se hacen esperar. Además es una tarea que va a afectar a nuestro devenir. Tenemos capacidad para influir de manera decisiva en la evitación de nuestro sufrimiento y en el de los que nos rodean.

Este mundo que nos parece trepidante y caótico, se puede convertir en un mundo de mayor serenidad, si practicamos algunos de los siguientes elementos:
a)    La fé. En realidad es algo que hacemos cotidianamente, más no nos damos cuenta de ella. Confiamos en que el ascensor en el que me acabo de subir para bajar a la puerta de la calle está bien revisado. No lo pongo en duda. En el coche o autocar que he tomado para ir a mi puesto de trabajo. En la mayoría de las acciones que realizamos en el día a día. De no ser por esa fe, esa confianza, no haríamos prácticamente nada.
b)  El apoyo. Buscamos el apoyo de nuestros seres queridos, de los amigos, de los compañeros de trabajo. Antaño había un programa en la televisión que se llamaba Objetivo Indiscreto. Curiosamente las personas reaccionaban mejor de lo predecible a la mayoría de las situaciones que se presentaban. Tenemos, en general, buena disposición, buena actitud, deseos de ayudar, de colaborar.
c)  La inspiración. Cuando nos ponemos en armonía con todo lo que nos rodea y con nosotros mismos, nuestra vida fluye con facilidad. Todo se desarrolla sin apenas esfuerzo. La inspiración la usaban muy bien los maestros del arte, como Miguel Ángel. Nuestro cerebro creativo se activa de una manera maravillosa cuando generamos esos estados de inspiración.
d)  La valoración: valorar es agradecer, es reconocer lo bueno hecho de esta Creación. Todos necesitamos que nos valoren y cuando valoras a un niño, ese ser crece en armonía, se siente valioso, importante y sabe que tiene mucho que ofrecer y dar a la vida. No dudes en valorar todo lo que te rodea, pero sobre todo a ti mismo y a los demás.
e)   El afecto. Sabemos por las investigaciones que “tocar con tacto” mejora nuestro sistema inmunológico. No es sólo tocar con o a través de la piel, es tocar nuestros oídos con bellas palabras, es tocar nuestro ojos con buenas y deseables miradas. Es tocar nuestro corazón. Es AMAR.

Recuerda pues que meditar es tener el pensamiento en esta armonía comunicativa de fe, apoyo, inspiración, valoración y afecto. Es mantener una conexión con el Universo que te darán la paz mental necesaria para fluir con serenidad.

Espero haya sido de tu agrado.
Juan Fernández Quesada