sábado, 28 de octubre de 2023

DESTINATARIO EL CIELO

 


A menudo alzo la vista al cielo y contemplo las estrellas en mitad de la noche. Normalmente algunas centellean con más intensidad, yo imagino que eres una de ellas.

Llegará un día en el que no te llore. Simplemente, que te comparta en mis espacios vacíos. Ojalá que siga tu esencia a mi lado.

El cuerpo se difumina en el espacio, y tu energía es el motor que mueve el acelerador de mi vida. El freno ya lo utilicé demasiado, y ahora lo uso para ocasiones especiales.

Mi gran lema “sin pausa, pero sin prisa”. Me he vestido de constancia, verdad, justicia, prudencia, humildad, generosidad, paciencia.

Mi velocidad corporal está limitada, siento de todas formas un ansia “loca” de vivir que inunda mis sentidos.

Si algún día mi cuerpo decide apagarse, buscaré algún aliciente para seguir mi camino, sola o acompañada, y eso que importa, si me tengo a mi misma.

Califican el hecho de nacer como traumático, yo evidentemente no me acuerdo, entiendo que al cortar el cordón umbilical una conexión muy profunda se rompe. Ya no estaba en ese saco amniótico que me protegía y me ayudaba a regular mi temperatura.

Salí al exterior a conocer un mundo nuevo y un poco abrupto a la hora de adaptarme, y sin ser consciente, fui creando una dependencia materna que se deshizo el día mismo en el que falleció mi madre. Una caída en picado hacia un abismo. Alguien lo llamaría “terribilitis”.

Una persona me recordó que por aquel entonces que me miraba mucho mi ombligo, expresión que me pareció que no era adecuada. Hoy llego a pensar que era correcta después de analizar mi comodidad dentro de una dependencia que me abrigaba. La realidad que viví en un momento de mi vida fue dura, complicada y no supe enfrentarme a ella. Hoy desde mis experiencias, reconozco la madurez con la que he decidido caminar por la vida.

Mamá: te busco en la oscuridad porque calmas mis miedos, te busco en la adversidad porque me das consejos. No me decepcionas.

Ya no te busco en el cementerio, allí están tus restos. Te llevo flores por tradición, a ti te entusiasmaban, era tu regalo preferido de cumpleaños.

Te llevo conmigo, eres mi energía, mi paso adelante, mi valentía. Tú me llevaste dentro de forma física, ahora te llevo yo de una forma espiritual, no hay quién me pueda dañar aunque ataquen mi cuerpo.

Mi felicidad está servida porque la llevo dentro. Somos energía plenamente integrada en el universo.

                                                            ANA ROSA GUTIÉRREZ ÁLVAREZ

viernes, 13 de octubre de 2023

Reflexiones al hilo de mis pasos - DESCANSO EN EL CAMINO

 


Con el alma agotada y los pies fatigados de tanto caminar busco refugio al pie de un árbol sabio, que crece cercano a la vereda y me acoge en su abrazo silencioso, sin preguntas. Descansando mi cuerpo en el montículo suavemente mullido levantado por sus raíces, mi espalda sostenida por su tronco, adormecida por el rumor del viento entre el follaje, sangre y savia se mezclan y mi conciencia asciende por sus ramas hasta la última hoja, que pende ligera y sola, sostenida con fuerza por el fino peciolo que la aferra a la Vida.

Mi perfume se une con fragancias de flores diferentes, de colores diversos, pero ese aroma dorado y fresco que se emana en el aire solo de mí procede, aunque se funda armónico en vegetal sinfonía, sin diluirse en el todo por completo, consciente de sí mismo.

El rocío brillante limpió pétalos tristes, ahora resplandecientes. La brisa en la mañana desempolvó los trazos marcados en las hojas, un mapa de caminos tan conocidos e ignotos como las líneas de mi mano.

Siguiendo alguno de ellos vuelvo a entrar en mi cuerpo, purificado por una suave lluvia amarilla y fragante de brotes tiernos desprendidos del árbol, que acarician mi rostro, caen sobre mi regazo, como lágrimas dulces por la separación, dejando una semilla de abundancia en mi alma y ánimo para retomar mi Camino renovada, conociendo el sentido de mi próximo paso.

Ana Cristina López Viñuela

miércoles, 11 de octubre de 2023

LA MARIPOSA BAILANDO A RITMO DE TANGO

 


Durante el periodo estival me he dedicado a observar la naturaleza, no sólo como tema fotográfico sino como el trasfondo emocional  que me transmite.

En particular me he detenido en la vigorosa y elegante mariposa. Vida corta e intensa surgida de una oruga, no tan agraciada a la vista.

Cuando miro atrás y contemplo mi vida desde la distancia me veo como la oruga, de un aspecto deslucido que se arrastra durante su periodo vital dando paso a la crisálida. Esta suele estar encerrada en un capullo donde permanece inmóvil y sin alimentarse. Ese pudo ser el periodo de mi  adolescencia, arropada por la familia, con un apego arraigado y sobreprotegida. Algo que a la larga me expondría a serios problemas a los que he tenido que enfrentarme en mi edad adulta.

La madurez no es el cumplimiento de una edad, es tener las coordenadas colocadas en el lugar adecuado y a pesar de que el viento no sople a favor, resistir sabiendo manejar el barco.

Así llegué a convertirme en mariposa después de un extenso trayecto de años.

Conseguir la ansiada libertad para mí, significa valorarme, aceptarme y decidir sobre mi vida, teniendo en cuenta y eligiendo un camino, lo que significa desechar otros.

Ahora la mariposa baila a ritmo de tango saboreando el néctar de las flores. No soy aquella niña tímida e insegura que era, incapaz de gestionar sus miedos. Miedo a: ser juzgada, al que dirán, miedo a la muerte… más bien,  en definitiva, miedo a enfrentarme a la vida.

Las características de mi estado emocional fueron:

-        No asumir responsabilidades  ajenas.

-        Poca capacidad para afrontar los retos.

-        Baja tolerancia a la incertidumbre ya a la frustración.

-        Desarrollo de nerviosismo, exceso de timidez  y múltiples inseguridades.

Fue fundamental el refuerzo de la autoestima para desarrollar mi asertividad y gestionar el miedo.

El ejercicio del tango es un claro ejemplo de terapia para mí. Una forma de fortalecer músculos y de diversión, añadiendo otra terapia conocida como risoterapia que ha fomentado el grupo- de compañeros.

La característica es la proximidad sensual de los cuerpos. Es un  baile de emociones en los que los miembros de la pareja tienen un papel de seducción.

Los beneficios de este baile según los expertos son numerosos: reduce la hipertensión, el colesterol total, el LDL, favorece la circulación y retrasa el envejecimiento, beneficios para la salud cardio y cerebrovascular.

La transformación está conseguida y hoy lo celebro, sin descuidar nuestro papel en blanco, en la vida que vamos rellenando día a día con nuestras experiencias.

ANA ROSA GUTIÉRREZ ÁLVAREZ