jueves, 31 de enero de 2019

EL RINCÓN DE INMA: AMAR INCONDICIONALMENTE


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¿Y si la mente fuera como un trilero que mueve la bolita delante de nuestra cara?¿ y si estuvieras apostando siempre al rojo sabiendo de antemano que va a salir negro? ¿y si tuviéramos jaque mate en una jugada y no lo supiéramos? ¿y si pudiéramos ir de farol y meter un órdago sin cartas? ¿y si la vida fuera un sueño y realmente la estuvieras viviendo mientras duermes? ¿y si tu vida terminara hoy? ¿y si nada es lo que parece? ¿Y si los “y si…” que nos decimos fueran miedo?

Miedo a la soledad, miedo a ser demasiado mayores, miedo a la muerte, miedo a cometer errores, miedo a no superar una pérdida, miedo a envejecer, miedo a la enfermedad, miedo a no ser correspondido…

Vence tus miedos, tú puedes, la solución pasa por transformarte, por  amar incondicionalmente. En el juego de la vida apuesta por amar. Porque cuando amas a los demás incondicionalmente también te estás amando a tí, estás demostrando tu humildad y
reconociendo que nadie es más que nadie.

Que no digo que sea fácil, hay muchas situaciones o personas que de antemano tendemos a pensar que no merecen nuestro amor, aún así estaría bien no perder de vista que todos podemos cometer errores y tenemos derecho a una segunda oportunidad.

Alguien dijo: ámame cuando menos lo merezca porque será cuando más lo necesite.


miércoles, 30 de enero de 2019

COMO LA VIDA MISMA: UN TRAJE A MEDIDA


Ana Cristina nos habla:

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Mi padre contaba la historia de un hombre que encargó un traje a medida en una sastrería. Cuando se lo probó frente al espejo vio que la manga derecha era demasiado larga, pero el empleado de la tienda le dijo que si doblaba un poco el codo hacia fuera le quedaba perfecta. Luego se fijó en que la pernera izquierda le arrastraba por el suelo, pero nuevamente el dependiente le aseguró que si metía un poco hacia dentro la rodilla le quedaba bien. Por último, el cliente notó que se le desbocaba la hombrera izquierda, pero el empleado de la sastrería le convenció para que se inclinase unos centímetros, y así le ajustaba como un guante.

Cuando el hombre salió a la calle con su flamante traje nuevo, cojeando y retorcido, pero contento, oyó que alguien decía a sus espaldas: ¡Hay que ver lo bien que le queda el traje a ese tipo tan  contrahecho!

Si extrapolamos el ejemplo, me he dado cuenta de que muchas personas nos hemos fabricado un “patrón” por el que hemos cortado al mundo que nos rodea, cosiendo después los retazos, para convertirlo en el telón de fondo de una obra de teatro de cuyo guion somos coautores… pero ese decorado ideal, que tan bien luce en el bastidor, no casa con la realidad. Nosotros mismos no somos capaces de encarnar a los protagonistas imaginados, por lo que nos sentimos inadecuados, frustrados y culpables, no merecedores del aplauso del público y extenuados por el esfuerzo de luchar contra todo y contra todos… porque acabaremos juzgando que son los otros actores quienes no están a la altura del papel encomendado y los responsables de estropear la función.

Volviendo al ejemplo, todos estaremos de acuerdo en que es el vestido el que debe ajustarse a la persona y no al contrario, y que cuando “sienta bien” resulta cómodo, concuerda con el estilo propio y permite plena libertad de movimientos. De la misma manera, si nos sentimos constreñidos por nuestra visión de la vida, que no nos permite crecer, ni nos hace felices, con toda seguridad no está hecha “a nuestra medida”.

Y me pregunto: ¿Y si en lugar de tratar de hacer encajar como sea la realidad dentro de una maqueta a escala, partiéramos de la aceptación gozosa y completa de nosotros mismos, de las personas que nos rodean y de las circunstancias de nuestro entorno? ¿Si antes de hacer ningún traje observamos la realidad como es y tomamos bien las medidas?

Ana Cristina López Viñuela

domingo, 27 de enero de 2019

EL RINCÓN DE INMA: TODOS TENEMOS UN JULEN DENTRO


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Eres ya inevitable, Julen. Soy una persona emocional y estos casos me arrastran en espiral, imágenes, pensamientos en bucle, me consumen mucha energía y acabo tocada física y mentalmente.

Esta vez he intentado ir un poco más allá y me he preguntado ¿qué tengo que aprender de esto? El primer impulso fue revelarme y pensar ¿porqué? ¿es injusto? ¿cómo puede ser que ocurran estas cosas? ¡no tiene ningún sentido!
Pensar en un niño tan pequeño, tan indefenso en la cota - 71 me producía un nudo en el estómago, pensar en el dolor de sus padres me dejaba sin aliento. Hasta aquí todo como siempre… hasta que escuché al brigada de Salvamento Minero, una vez terminó todo, quiso dar el pésame a la familia, después agradecer a los compañeros y agradecer a toda la gente el apoyo recibido y la solidaridad, ya por último dijo “sólo esperar que lo hayamos hecho lo mejor posible”, en ese momento las lagrimas rodaban por mis mejillas y tenía los pelos de punta, en el diccionario al lado de la palabra “humildad” debería aparecer la foto de este equipo.

Nunca hubo héroes, nunca hubo capas, sólo personas comprometidas dando todo lo que llevan dentro.

Personas altruistas, demostraron su capacidad de ser creativas, de no rendirse, de que distintas unidades pueden trabajar como un único equipo, codo con codo.

Personas que contaron que después de encontrar al niño hubo un absoluto, respetuoso y resignado silencio ¿no es eso empatía?

¿Tienen que venir ángeles pagando un precio tan caro como su propia vida a sacar lo mejor de nosotros?

Todos tenemos algún “Julen” a nuestro alrededor, atrapado en su propio pozo mental, en ocasiones incluso somos nosotros mismos, y en lugar de ayudar le ignoramos o machacamos.

Ahora que ya sabemos que la fe mueve montañas vamos a ponernos el casco para dar luz y a coger el hacho para picar por un mundo mejor ¿os parece?

INMA

jueves, 24 de enero de 2019

EL RINCÓN DE INMA: QUIEN TIENE MAGIA NO NECESITA TRUCOS

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EL RINCÓN DE INMA
Cuando ya lo había dado casi todo por perdido, la vida, en forma de causalidad me puso delante a una persona que te habla y no puedes apartar de él tu mirada, y no te creas, no es nada del otro mundo, no me lo imagino decorando una marquesina, ni es de esos tipos que te cruzas por la calle y giras el cuello, no, no, yo diría incluso que es simple… simplemente genial.

Te dice cosas simples también, que la vida es sencilla y que lo único que tienes que hacer es amar incondicionalmente y dar, que lo que damos nos viene de vuelta porque la vida es como un boomerang y tenemos que sacar a nuestro niño interior para que juegue con él.

Siguiendo en su linea, no os lo vais a creer pero la primera “receta"que me dio fue ¡que hiciera sentadillas!... pues sí que empezamos bien… lo que pasa que te lo dice de una manera que te lo tienes que creer, y las hice y algo empezó a cambiar, quise más, volví y me dijo que tuviera paciencia que le diera tiempo al tiempo… que difícil!!! tenía tantas ganas de comerme el mundo…

Pero una vez más confié y cada cita, cada abrazo me acercaba más a mi misma.

No todo es de color rosa, de repente te dice que a él podrían cortarle una pierna y seguiría siendo eminentemente feliz… pues muy bien, me alegro por tí pero yo quiero conservar las mías . Ese día pensé que igual tampoco estaba ahí la solución a mis preguntas, le dí vueltas y comprendí que nos tenemos que centrar en lo que tenemos, no en lo que nos falta.

Él es la pregunta incómoda que te remueve y abre tu mente, es convicción, es una canción de Machín, es el que busca "que nada perturbe su paz mental", es simplemente Juan.

Inma.