En el año 1932 hubo un
profesor de la Universidad de Harvard llamado Walter B. Cannon que describió
cómo el cuerpo para mantener la salud realizaba constantemente un proceso de equilibrio,
que él llamó “homeostasis”. Ese mecanismo de equilibrio requiere de mecanismos
de retroalimentación conectados unos con otros, así, por ejemplo, sabemos que
cuando en el Sistema Nervioso Autónomo, que es el que controla toda la parte
involuntaria del organismo, una de sus ramas se activa, que es la parte que se
llama Simpática, la otra rama antagonista, la Parasimpática, está siempre
atenta para regular que los procesos de activación no sean bruscos y puedan producir
desequilibrios graves.
Pues bien, los sistemas
de retroalimentación no son sólo válidos para la salud y la plenitud
fisiológica, sino también para la SALUD y PLENITUD en todos los niveles de la
naturaleza. Este es un principio más universal, un principio que más autores lo
han recalcado, como Wayne Dyer en El Poder de la Intención, Deepak Chopra,
Louise Hay, Eric Pearl, y muchos más autores. Es la existencia de una
“sabiduría global”.
Cuando las cosas, los
seres, los elementos, están conectados, y la información y la energía circulan
libremente, cualquier sistema tiene la capacidad de sanar, permanecer íntegro,
crecer y evolucionar. Aquí podemos incluir a los “sistemas sociales” y a los
“sistemas de comunicación”.
Manifiesta Eric Pearl en
su libro de “La Reconexión” que hay 5
aspectos básicos para conseguir plenitud y salud. Un Curso de Milagros nos
dice que esa plenitud y salud nunca han desaparecido sino que el problema es
que los hemos ocultado porque nos hemos
separado o desconectado de nuestra Fuente):
1)
Atención.
2)
Conexión.
3)
Autorregulación.
4)
Orden.
5)
Bienestar.
1) La atención es un proceso voluntario, intencional y selectivo.
Es la toma de conciencia de cómo sentimos nuestro cuerpo, la energía que fluye
en él, y entre el medio ambiente, social y natural, y tú.
2) Esa atención crea conexión. Si permites que tu mente experimente esa energía e
información, este proceso promueve más conexiones en todos los sentidos, tanto
internos como con el medio.
3) La conexión conlleva autorregulación. Ese mecanismo de autorregulación lo podemos
ver en nuestro cuerpo con la temperatura, pero también lo podemos observar en
el equilibrio de los ecosistemas, y también en los grupos humanos que hacen que
se organicen para llevar a cabo de forma apropiada su función o funciones y
lograr la consecución de objetivos.
4) La autorregulación
promueve orden. Cuando experimentamos plenitud, éxito,
belleza, armonía, refleja un proceso
organizador realizado por las conexiones que permiten la autorregulación.
5) El orden se expresa
con bienestar. Al estar conectados adecuadamente,
cada parte encaja perfectamente en el todo y cumplen sus papeles a la
perfección y sin esfuerzo, todo fluye, como dice en su libro Fluir, Mihaly Csikszentmihalyi.
En la
función comunicacional, también se da este sistema de equilibrio. En el
contenido relacional (el de establecer vínculos, según Watzlawick aporta un
80% a toda la función comunicativa, mientras que el contenido informativo tan
sólo un 20%) cubriendo tres necesidades: protección, afecto y valoración.
Estos aspectos casan a la perfección con los aspectos básicos que estamos
comentando para, también, socialmente, conseguir una salud grupal, y por ende
individual.
No
obstante, es de consideración que, también, podemos conseguir lo contrario, la desintegración
y la enfermedad. ¿Cómo?
1)
Desatendiendo.
2)
Desconectando.
3)
Desregulando.
4)
Desordenando.
5)
Mal estando.
En síntesis, poned
énfasis en:
1) Atender: tanto a nosotros mismos como a los demás
(sobre todo en el contenido relacional).
2) Conectar: con nuestro momento presente, con la persona
con la que nos relacionamos, con sus intereses, expectativas, su posible visión
de la vida, sus sentimientos; y, también los nuestros.
3) Regular: ni exceso, ni déficit. Si escucho, propicio
el habla del otro, si hablo demasiado propicio que callen, si hablo poco
propicio que no me conozcan.
4) Orden: conlleva a atender a lo significativo, a lo
que realmente tiene importancia, a lo que es prioritario en nuestra vida.
5) Bienestar: Dejarnos estar disfrutando, fluyendo, sin
defensas ni ofensas. Permitiendo que la armonía y la paz sea lo primero que
aflore. Lo demás, está hecho.
Gracias. Un sentido
abrazo.
Juan Fernández Quesada.
Realmente, aplicando todos esos conceptos mejorarían nuestras vidas y nuestras relaciones, pero no parece que sea sencillo lograr esos objetivos. De momento, estoy en fase de toma de conciencia. Espero que los demás estéis más adelantados. Un saludo
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