Eres ya inevitable,
Julen. Soy una persona emocional y estos casos me arrastran en espiral, imágenes,
pensamientos en bucle, me consumen mucha energía y acabo tocada física y mentalmente.
Esta vez he intentado
ir un poco más allá y me he preguntado ¿qué tengo que aprender de esto? El
primer impulso fue revelarme y pensar ¿porqué? ¿es injusto? ¿cómo puede ser que
ocurran estas cosas? ¡no tiene ningún sentido!
Pensar en un niño tan
pequeño, tan indefenso en la cota - 71 me producía un nudo en el estómago, pensar
en el dolor de sus padres me dejaba sin aliento. Hasta aquí todo como siempre…
hasta que escuché al brigada de Salvamento Minero, una vez terminó todo, quiso dar
el pésame a la familia, después agradecer a los compañeros y agradecer a toda
la gente el apoyo recibido y la solidaridad, ya por último dijo “sólo esperar
que lo hayamos hecho lo mejor posible”, en ese momento las lagrimas rodaban por
mis mejillas y tenía los pelos de punta, en el diccionario al lado de la
palabra “humildad” debería aparecer la foto de este equipo.
Nunca hubo héroes,
nunca hubo capas, sólo personas comprometidas dando todo lo que llevan dentro.
Personas altruistas,
demostraron su capacidad de ser creativas, de no rendirse, de que distintas
unidades pueden trabajar como un único equipo, codo con codo.
Personas que contaron
que después de encontrar al niño hubo un absoluto, respetuoso y resignado
silencio ¿no es eso empatía?
¿Tienen que venir ángeles
pagando un precio tan caro como su propia vida a sacar lo mejor de nosotros?
Todos tenemos algún “Julen”
a nuestro alrededor, atrapado en su propio pozo mental, en ocasiones incluso
somos nosotros mismos, y en lugar de ayudar le ignoramos o machacamos.
Ahora que ya sabemos
que la fe mueve montañas vamos a ponernos el casco para dar luz y a coger el
hacho para picar por un mundo mejor ¿os parece?
INMA
Tu comentario me enternece, me sublima, pero no hay q olvidar a todos los participantes. Q fueron los q llegaron hasta el niño, cierto, pero antes hubo mucho trabajo y muchos esfuerzos,otras tantas personas con una increíble y maravillosa capacidad de entrega, por salvar una vida q no había hecho nada más q empezar.
ResponderEliminarGracias, Marian, por tu aportación. Un besín.
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