Dice Un Curso de Milagros que en
nuestra inocencia está nuestra fortaleza. Pues bien, en la humildad, en el
reconocimiento de nuestras limitaciones, está el mayor acceso a la sabiduría.
Todos hemos oído hablar como Sócrates, unos de los mayores sabios de la
antigüedad, estaba siempre presto a adoptar una actitud de humildad y a apoyar
su sabiduría en su ignorancia, en lo que aún le restaba por conocer: Solo sé
que no sé nada.
Siempre he dicho que la
psicología es la ciencia de la humildad, el ser se libera cuando no se jacta
de nada, se libera cuando se reconoce en los demás. Renunciar a
endiosarte es la mayor prueba de que eres un dios.
Hay un capítulo muy bello del
libro de Conversaciones con Dios 1 de Neale Donald Walsch que dice:
Un auténtico Maestro no es
aquel que tiene más discípulos, sino aquel que crea más Maestros.
Un auténtico líder, no
es aquel que cuenta con más seguidores, sino aquel que crea más líderes.
Un auténtico rey no es
aquel que tiene más súbditos, sino aquel que hace que la mayoría de ellos
accedan a la realeza.
Un auténtico profesor
no es aquel que posee más conocimiento, sino aquel que logra que la mayoría
de sus semejantes alcancen el conocimiento.
Y un auténtico Dios no
es Aquel que cuenta con el mayor número de siervos, sino Aquel que sirve al
mayor número de ellos, haciéndoles así Dioses.
Este es pues, el
propósito y la gloria de Dios; que Sus súbditos dejen de serlo, y que todos
conozcan a Dios no como lo inalcanzable, sino como lo inevitable.
Pues así es, amigos, nos
reconoceremos sabios, cuando reconozcamos nuestra ignorancia.
Cuando cometas errores, sé
capaz de reconocerlos. Cuando no sepas de algo, sé capaz de reconocer tu falta
de conocimiento. Cuando sientas dolor, reconoce tu dolor. Nuestras limitaciones
y realidades son hijas nuestras, y antes de condenarlas, rechazarlas u
ocultarlas, ámalas como partes de tu ser, pues te ayudarán a crecer y a verte
bello.
Decía Einstein que su idea
de Dios era la convicción profundamente emocional de la presencia de un poder racional
superior que se revela en el universo incomprensible. ¡Qué actitud más
sabia la de este maravilloso hombre, su humildad, su actitud reverente!
Recuerda los mensajes de
sabiduría vistos hasta ahora:
01)
Despierta a la necesidad de cambio.
02)
Cuestiona el presente.
03)
Alimenta tus creencias potenciadoras.
04)
Confía en ti mismo y en tu espíritu.
05)
Sé una vasija, vacíate para llenarte.
06)
Observa sin distraerte de lo importante.
07)
Comprométete con lo sencillo.
08)
Equilibra cuerpo-mente.
09)
Gana en sensación de serenidad.
10)
Crea hábitos que te ayuden.
11)
Sé humilde.
Hasta pronto. Un abrazo
virtual muy sentido.
Juan.