martes, 4 de enero de 2022

COMO LA VIDA MISMA – EL JUEGO DE LOS PROPÓSITOS

 


Resulta que no es una metáfora decir que “la vida es un juego”, como he podido comprobar jugando al June´s Journey, tratando de encontrar los objetos ocultos en una escena.

 

Este juego de móvil incluye una modalidad llamada reveladoramente “Arrasa con todo”, que consiste en cinco rondas diferentes, distribuidas en 45 niveles. Los premios se van acumulando conforme aumenta la dificultad, pero sólo se reciben cuando se ha finalizado una ronda y se llega a un “punto de control”. Si no logras alcanzar los objetivos en el tiempo establecido, retrocedes al comienzo de la fase en que te encuentras, perdiendo todo lo logrado hasta entonces. Cuando estás en el nivel 33 y te encuentras de nuevo en el 22, a falta de un solo objeto por encontrar, te da una rabia loca. Tienes que volver a acumular “tiques” que te permitan volver a intentarlo, siempre con el riesgo de recaer en el último momento. Es tan decepcionante que a veces olvido que ya he afianzado dos rondas y no estoy, ni de lejos, en el mismo lugar en el que comencé. Y que ya he disfrutado de varias recompensas.

 

El parecido con la vida resulta sorprendente. Ahora que están de moda los propósitos de año nuevo, recordemos los que nos planteamos al comienzo de 2021. Tal vez los acogimos con muchas ganas en enero, en febrero nos desanimamos un poco, en marzo perdimos gas, en julio los retomamos con renovada energía, nos desinflamos en septiembre y, ahora, en enero de 2022, nos recriminamos que no los hemos conseguido. Por ejemplo, yo me propuse practicar yoga. Después de seguir unas cuantas sesiones por internet, me apunté en un centro (pero no el 1 de enero, sino en noviembre) y he faltado a algunas clases (a veces por necesidad y otras por pereza). No puedo trazar una muesca en el cabecero de la cama y decir “objetivo logrado”, pero ya he adquirido un hábito bueno para mí, que este año me va a resultar más fácil de mantener.

La zona de confort es como una muralla medieval: parece imponente e inamovible, y cuesta traspasar sus límites tanto para entrar como para salir, pero conforme crece la población se acaba agrandando su contorno con ampliaciones, se abren nuevas puertas o incluso es derribada, por la propia expansión de la ciudad o por los enemigos externos. De igual manera, un objetivo a primera vista muy  ambicioso o incluso “imposible”, cuando se concreta y se le va dando forma real, con hechos acumulados, deja de ser inalcanzable.

 

Safiye, una de las protagonistas de la serie Inocentes, no era capaz de salir de su casa debido a un trastorno psicológico. Por amor a Naci y con mucha paciencia, logró quedar con él dentro del edificio, luego salir al exterior, más tarde consiguió cruzar la calle, ir a lugares cercanos… en progresión lenta pero constante. Con temor, esfuerzo, recaídas… pero hasta que no perdió la ilusión de estar con su amado, fue siempre ganando en libertad y seguridad en sí misma. ¡Ojalá no perdamos nosotros la esperanza de nuevos horizontes, que nos animen a limar los barrotes que nos mantienen  presos en la cárcel del miedo!

 

No hay ningún niño al que le falten ideas para escribir la carta de los Reyes Magos, pero abundamos los adultos que no tenemos ocurrencias y parece que ya nada nos hace ilusión. Dejemos que nuestro niño interior nos diga cuáles son sus deseos y ¡a por ellos! Todo es posible para el que cree. Sigue tu rastro de luz y juega a cumplir tus sueños, sin desanimarte porque tus planes no salen a la primera o de la forma que habías previsto.

 

Ana Cristina López Viñuela

 

1 comentario:

  1. Yo me propongo pocas cositas: la más importante es no volverme loca en el intento de conseguir todas las demás. 😉

    ResponderEliminar

Tu comentario aparecerá una vez revisado por el moderador de la página. Gracias.