jueves, 9 de febrero de 2017

LAS ETIQUETAS, EL MAL QUE NOS DEJA SIN PAZ

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Es una barbaridad ir poniendo etiquetas y calificativos a las personas. Las personas son más que sus pensamientos, conductas, sentimientos, actitudes, sensaciones, etc. Una etiqueta se puede usar de forma situacional (en relación a un espacio y tiempo) para lo que emitimos en un momento determinado, pero no para la persona. Si yo actúo en algún momento torpemente no significa que yo sea torpe, porque si me etiqueto o me etiquetan de torpe, significaría que yo tendría una esencia de torpeza y, por lo tanto, todas mis emisiones serían o estarían contaminadas de dicha torpeza.

Pues lo mismo ocurre con las etiquetas diagnósticas. Muchos profesionales de la psicología estamos en contra de ir poniendo etiquetas diagnósticas a las personas. Una vez que un profesional carga una etiqueta diagnóstica a una persona no sabe el daño que le está haciendo, porque esa persona es muy posible que a partir de ese momento crea que siempre su vida será así y que ya no se podrá liberar de ello. Es como cuando de pequeños nos decían que éramos tímidos, por ejemplo, y a los cincuenta años sigues deambulando por la vida con tu complejo de timidez. ¡Ya está bien! Usted se puede liberar de esas cargas porque usted es un ser hecho perfecto con unas fortalezas increíbles para liberarse de todo lo que le han dicho. Los profesionales estamos para liberar a las personas de sus cargas, para hacer que los seres humanos descubran lo grandioso que hay en ellos, no para poner una losa sobre sus espaldas.

Claro está, en este sistema social que tenemos, interesa mucho que las personas sean “enfermas” de por vida (no que vivan un momento determinado de sus vidas con dificultad, que no es lo mismo), porque de esta forma venderemos muchos fármacos, ganaremos mucho dinero con psicoterapias larguísimas y costosas, y seguiremos teniendo mucho poder ante los demás, porque somos los que “sabemos” y los otros son unos “pardillos”.

Pues bien, algunas creencias por parte de personas e instituciones, hacen perdurar estos programas sociales y encorsetan a las personas. Un día escuchando a una de las personas que más saben en el mundo de drogas, Antonio Escohotado, decía que las personas que tienen problemas con las drogas tienen un problema de autocontrol. Es decir, que si tienen problemas con las drogas y quitásemos las drogas de la faz de la tierra, se engancharían a otros tipos de drogas: alcohol, internet, sexo, juego, etc.

Si usted ha visto o leído, alguna vez, sobre el experimento de la golosina (véalo en este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=9a85QTcqJ8M ), las personas que son capaces de posponer los estímulos o las gratificaciones inmediatas, tienen más probabilidades de obtener éxito en la mayoría de las actividades de su vida futura. Pero ¿quiere decir esto que las personas que no pospusieron estos estímulos no pueden ganar en autocontrol? Por supuesto que todos podemos mejorar en nuestro autocontrol, es cuestión de perseverancia, manejo de la atención, toma de conciencia de los diálogos internos (baja tolerancia a la frustración, “no puedo aguantar sin tomármelo”, “necesito esto”, etc), modificación de esos diálogos, autoinstrucciones, relajación, técnicas respiratorias, ejercicio físico, meditación, etc. Sepa usted que hay muchos recursos a su alcance para ganar en autocontrol, solo tiene que practicar, practicar y practicar.

Cuando una persona va al médico o al psicólogo quiere mejorar su situación, su estado, y espera recursos o apoyos para poder solucionarlo, pero no un calificativo que lo derrumbe de por vida.

Todos podemos hacer una gran labor en este sentido. No vayamos por la vida poniendo calificaciones o descalificaciones a los maravillosos seres que somos y les aseguro que ganaremos todos en una gran paz  interna que nos permitirá llevar muy bien nuestra vida y la empresa a la que estamos llamados, aportando nuestro granito de arena: UN MUNDO MEJOR. Este es el granito que le pido aporte a su día a día, DEJE LAS ETIQUETAS.

Espero le haya sido de ayuda.

Un fuerte abrazo.


Juan Fernández Quesada.

6 comentarios:

  1. Nunca me lo había planteado así: Me parece muy acertado. Las etiquetas para la ropa.

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  2. Je, je. Me ha gustado eso, Abilio de "Las etiquetas para la ropa". Un fuerte abrazo.

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  3. Estoy totalmente de acuerdo con esta lectura, y ganar en paz es ganar en vida.

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  4. Así es. Cuando uno deja de hacer juicios de valor la paz llega a nuestras vidas. Un besín, Isabel y gracias.

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  5. Muy buen articulo Juan, me ha encantado y eso me ayuda para todo tipo de relaciones, muchas gracias por tu labor incondicional.

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  6. Gracias, Mercedes. Gracias a ti también por tu entrega. Un besín fuerte.

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