miércoles, 1 de febrero de 2017

UN PENSAMIENTO QUE PARECE DESEABLE, PERO QUE NO LO ES: LA RACIONALIZACIÓN

Resultado de imagen de mecanismo de defensa de racionalización
Este tipo de pensamiento, el de RACIONALIZACIÓN, realmente es una FALTA DE REACCIÓN. Son formas de encubrir la toma de decisiones, negando o restando importancia a lo que sí lo tiene.

Suelen ser pensamientos del tipo:
·        ¡Y a mí qué me importa!
·        ¡Pues vaya rollo!
·        ¡Yo paso de eso!
·        ¡Vaya tontería!
·        ¡Ese no es mi problema!
·        ……………………… (ponga los suyos).

Con estos tipos de pensamientos contenemos nuestros sentimientos, intentando negarlos. No cabe duda de que muchas veces podemos hacer tremendismo de las cosas, situaciones o personas y, esta no es una forma adecuada de pensar, pero con la racionalización, hacemos lo opuesto, negamos que eso sea importante en nuestra vida y, de esa forma no actuamos o lo hacemos con falta de decisión y resolución. No deja de ser una forma evitativa ante los problemas. Usted no se enfrenta negando el problema.

Imaginemos que tenemos problemas o dificultades con nuestro hijo. Podemos generar un pensamiento racionalizador del tipo:
·        “No voy a seguir atormentándome por él, si quiere seguir así, yo desisto de prestarle atención”.
·        “Si quiere arruinarse la vida, allá él”.
·        “No voy a preocuparme más por él. Ya he tenido bastante!.
·        “Son elecciones que él hace que no tienen que ver conmigo”.
·        ……………………………..

Estos tipos de pensamiento se suelen dar después de haber tenido los antagónicos, los tremendistas, es una forma exagerada de defenderse del dolor. De esta forma el sujeto suele oscilar de pensamientos tremendistas a pensamientos racionalizadores (negadores).

Muchos sujetos que realizan estas racionalizaciones, en el fondo están continuamente rumiando y sufriendo.

Estas ideas las solemos usar mucho para justificar el no enfrentarnos (ganancias secundarias). Si, por ejemplo, quiere conocer a una chica, y hay muchas personas, puede justificarlo diciéndose: “Este no es un buen momento para decirle algo, en otra ocasión será”. “Ya habrá más momentos”.

Estas racionalizaciones funcionan cuando nos encontramos en una situación de “quiero pero….”. En psicología lo solemos denominar “disonancia cognoscitiva”, como una forma de dar una interpretación deseable a nuestras dudas. La racionalización es una forma de quitarnos convicción y determinación en nuestras decisiones.

Por ejemplo, una mujer que se dio cuenta de que tenía un bulto en un pecho, empezó a decirse cosas del tipo:
·        ”Será un bulto de esos de grasa”.
·        “Ya iré cuando tenga tiempo, no creo que sea grave”.
·        “Si fuese grave ya me habría muerto”.
·        “Si por cada cosa que nos vemos hubiese que acudir al médico…!”.
·   “Yo no quiero ser como esas mujeres que están todo el día en el médico”.
·        “Si no lo miro, desaparecerá”.
·        ………………

Estos tipos de diálogo son, si se da cuenta los contrarios u opuestos a los tremendistas:
·        “Esto va a ser un tumor grave”.
·        “Porqué me ha tenido que ocurrir a mí esto”.
·        “¡Dios mío! Qué va a ser de mí y de los míos!”.
·    "Me van a empezar a dar radiación y quimioterapia, y lo voy a pasar fatal”.
·        “Debería haberme mirado con más frecuencia”.
·        ……………………………….

Si observa, entre rechazar la oportunidad de ver qué es lo que tiene y el otro caso, dar por hecho de que es un tumor maligno, hay un punto intermedio que es resolutivo, coherente y racional.

Si usted es de las personas que se inhibe de tomar decisiones importantes, negando que tiene algún problema o dificultad, está rechazando su capacidad de afrontamiento, su creatividad, y la posibilidad de hacer cosas interesantes por su vida.

Espero le sea de ayuda.

Un fuerte abrazo.

Juan Fernández Quesada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu comentario aparecerá una vez revisado por el moderador de la página. Gracias.