¿Y si la
mente fuera como un trilero que mueve la bolita delante de nuestra cara?¿ y si estuvieras
apostando siempre al rojo sabiendo de antemano que va a salir negro? ¿y si tuviéramos
jaque mate en una jugada y no lo supiéramos? ¿y si pudiéramos ir de farol y meter
un órdago sin cartas? ¿y si la vida fuera un sueño y realmente la estuvieras
viviendo mientras duermes? ¿y si tu vida terminara hoy? ¿y si nada es lo que
parece? ¿Y si los “y si…” que nos decimos fueran miedo?
Miedo a
la soledad, miedo a ser demasiado mayores, miedo a la muerte, miedo a cometer errores,
miedo a no superar una pérdida, miedo a envejecer, miedo a la enfermedad, miedo
a no ser correspondido…
Vence tus
miedos, tú puedes, la solución pasa por transformarte, por amar incondicionalmente. En el juego de la
vida apuesta por amar. Porque cuando amas a los demás incondicionalmente
también te estás amando a tí, estás demostrando tu humildad y
reconociendo
que nadie es más que nadie.
Que
no digo que sea fácil, hay muchas situaciones o personas que de antemano
tendemos a pensar que no merecen nuestro amor, aún así estaría bien no perder
de vista que todos podemos cometer errores y tenemos derecho a una segunda
oportunidad.
Alguien
dijo: ámame
cuando menos lo merezca porque será cuando más lo necesite.