Mi
vida transcurre fiel al rol de persona dispuesta a agradar y complacer, a
mayores soy madre lo que implica ser multitarea, cocinera, mediadora de
conflictos, enfermera, asistenta, economista, detector de objetos perdidos,
psicóloga, detective privado…
Cuando
metes todos estos ingredientes en una coctelera suele salir un cóctel
equilibrado y sabroso pero como te pases agitando corres el riesgo de que salte
por los aires.
Si
llegas a este punto ya no hay vuelta atrás, te pones en modo piloto automático
y no puedes pensar con claridad porque parece ser que las partes capaces de
reflexionar con claridad no tienen suficiente riego sanguíneo.
Para
los más centrados y para las más centradas, ya sabéis, antes de explotar tres
respiraciones conscientes, pensais, decidís y solucionado.
Yo,
cuando me siento desbordada por una situación practico "el juego del
adivino", pretendo que la persona o personas implicadas en la situación
adivinen lo que necesito, cosa que nunca pasa, entonces me pongo en modo: me
enfado y no respiro.
Los
demás no sé cómo se sienten porque nunca se lo he preguntado, pero se crea una
situación de lo más desagradable y desproporcionada. Si alguien muy atrevido me
dice: ¿qué te pasa? (si hace dos minutos eras un tierno osito de peluche
y ahora pareces la niña del exorcista, muda, eso si), lo que va entre
paréntesis supongo que es lo que piensan pero nunca me lo dicen, claro, yo
contesto indignada y sin establecer contacto visual: NADA y que se den por contentos que no les digo aquello de: tú sabrás.
A
partir de ahí, el silencio…
Bueno,
no, hay una posibilidad aún peor para mí y es que la persona implicada se
sienta culpable y empiece a hablar todo el rato, sin parar, de lo que sea, de
la película que vimos hace seis meses, de si creo que debería cambiarse el
corte de pelo, del cambio climático… supongo que lo hace en un intento
desesperado de que me olvide y perdone su "tremendo fallo" al no
haber sido capaz de adivinar lo que yo quería.
¿Cómo
reaccionáis cuando se desborda vuestra coctelera? ¿Os pasa lo mismo? ¿Os toca
estar en el otro lado y jugar al adivino? ¿Perdéis las formas?
Definitivamente,
he decidido cambiar este patrón de conducta, veo mucho más efectivo poner
límites para hacer un cóctel de menos ingredientes y aprender a comunicarse y
decir de una forma clara y asertiva lo que queremos ¿no?
INMA
REYERO DE BENITO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario aparecerá una vez revisado por el moderador de la página. Gracias.