En la charla de psicología cognitiva Juan ha empezado a explicar la filosofía de Albert Adler. Una de las ideas que mantiene es que el trauma no existe. Al ser un concepto nuevo mi mente de entrada lo descarta. Me gusta analizar, desmenuzar y comprender para verificar. Me ha encantado la charla porque se han tratado temas muy interesantes y me ha permitido recordar y conectar muchos conceptos y ver que hay diferentes maneras de llegar al mismo punto. La realidad es neutra y depende de cómo la interpretemos.
Adler, en esta primera sesión justifica su
razonamiento basándose en un ejemplo. Un
chico que debido a problemas en el pasado (posibles abusos) tiene miedo a salir
de la habitación y lleva meses encerrado.
Adler sostiene que el trauma no existe, que ese chico
ha creado la ansiedad para no salir y que sus padres le presten atención.
Así de primeras me cuesta pensar que un chico sin
ningún motivo se meta un día en la habitación y diga: me voy a encerrar aquí
mucho tiempo para que mis padres me mimen.
Aunque admite que el pasado condiciona, no determina.
Según Aldler el trauma no existe porque si no, todos los chicos que hubieran
pasado por una situación igual, se encerrarían en su habitación y esto no
sucede. Parece no tener en cuenta la personalidad, las creencias limitantes,
apegos, mandatos, factores culturales o religiosos que pueden en un momento
dado bloquear y desarrollar un trauma que impida hacer una vida funcional y que
precise en muchos casos ayuda profesional.
Me ha recordado a los silogismos que estudiábamos en
filosofía: Juan es un hombre. Los hombres son infieles. Por lo tanto, Juan es
infiel. Si partimos de premisas falsas será difícil llegar a conclusiones
verdaderas.
Si comparo este razonamiento con la teoría ABC de
Albert Ellis, la segunda no me ofrece lugar a duda. Según Albert Ellis no nos
perturbamos (C) por lo que sucede(A), sino por lo que nos decimos de lo que
sucede(B). Con lo cual, tenemos la opción de decirnos una cosa diferente (D) y como
consecuencia obtendremos una nueva forma de sentirnos (E).
Vamos a verlo más claro con un ejemplo. Una persona
que vive sola (A), se puede decir que es horrible esa situación que no lo va a
poder soportar, que todo el mundo vive acompañado, que, seguro que es mala
persona, para haber acabado así, que es una vergüenza y seguro que es la
comidilla de sus vecinos (B), esa persona se sentirá triste, ansiosa, empezará
a dormir mal, a comer demasiado, a no querer salir para que no la vean (C).
Ella no puede cambiar la situación externa de lo que puedan pensar los demás,
lo que puede hacer es modificar lo que se dice, sustituir (B) por (D) y puede
decirse que aunque no le gusta esta situación puede vivir sola sin problema
porque otras personas lo hacen, no voy a centrar mi felicidad solo en si estoy
sola o no porque tengo salud, amigos, aficiones, mi economía es estable, limpio
menos, tengo mis propios horarios. Es evidente que si piensa así su sentimiento
anterior (C) va a cambiar y pasará a (D) sentirse relajada, ocupada, alegre, se
planteará cambios de decoración. Por supuesto algunos días tendrá otro tipo de
sentimientos, pero serán pasajeros y no la bloquearán.
¿Qué opináis los que habéis escuchado la charla? Os
invito al resto a que la veáis porque es muy interesante. Como decía Einstein: la mente que se abre a una nueva idea jamás
volverá a su tamaño original.
INMA REYERO DE BENITO