La lápida que pesaba en mi espalda
se deshizo en el viento. Una brisa
desde lo hondo de mi alma me convenció
de que la vida es infinita. Nadie se muere.
Las distancias de arroyo y mar
que crean nuestros cuerpos,
y las salidas de los barcos últimos
en el último suspiro,
durante años me ataron al sillón,
me hicieron volverme pantera,
me hundieron en el deseo desmedido
insustancial de la pluma huracanada.
Pero esta mañana un resplandor nuevo,
una danza manantial, un deshielo me despertó.
La hibernación se terminaba
Y se desentumecía mi espíritu.
Abriendo las ventanas de mis casa lo comencé
a gritar:
“¡Estamos unidos, infinitos y nadie se muere!”.
Algunos cerraron las puertas. Negaron:
“Yo no soy Tú, el reloj pasa, el sol gira,
el mar se mece, y la lucha, espada en mano,
nunca
se termina”.
Reconocido el rayo en la oscuridad
mi voz se ha vuelto trueno y redobla
con el eco de lo que todos somos:
amor, belleza, libertad, río ancestral.
Las estrellas nacen para lucir,
no para que las miren luciendo,
los que no creen en las estrellas.
Las olas ruedan para envolver
lo
eterno,
no para ahogar a los náufragos
de la soledad estrecha.
La lápida que pesaba en mi espalda
se deshizo en el viento. Una brisa
desde lo hondo de mi alma me convenció
de que la vida es infinita. Nadie se muere.
Poesía
de Manuel Ferrero, extraída de su libro “Caracolas en el pulso”. Editorial
Cultural Norte.
Muy bonita. Gracias
ResponderEliminarGracias a ti, Laura. Tú, en tus diálogos, expresas esta infinitud, por lo tanto gracias a ti también por hacer poesía de la vida. Un besín fuerte.
ResponderEliminarHermoso poema amigo Juan, te envío mis mejores deseos para todos los días del año 2017, que tenemos en puertas. Un fuerte abrazo .
ResponderEliminarCAsimiro Bleda
Gracias, Casimiro. Me alegra que un experto como tú le haya gustado el poema de nuestro amigo Manuel Ferrero. Muchas felicidades también para ti y los tuyos. Me gustaría me mandases alguna cosa tuya para compartir en este blog. Recibe un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias Juan, me emocionan tus comentarios y me ayudan a avanzar en este camino de crecimiento que lo siento como un proceso. Un abrazo cálido.
ResponderEliminarGracias a ti, porque este crecimiento es compartido. Yo también estoy en el camino. Un fuerte abrazo.
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