Entre el
montón de fotos que veo a diario, esta me
llamó la atención, me encantó su
mensaje, me hizo reflexionar sobre todas las cosas que nos perdemos por nuestro
individualismo, por nuestra absurda competitividad y por creernos el ombligo
del mundo.
Tenemos
mucho que aprender de los niños, nadie como ellos para correr sin motivo, reír
sin saber porqué y amar más allá de las diferencias.
El
sentimiento de pertenencia a un grupo nos proporciona fuerza cuando la vida se
pone cuesta arriba y alegría compartida
cuando las cosas van bien.
Ubuntu es
una filosofía sudafricana vinculada a la lealtad, la solidaridad, el trabajo en
equipo, la honradez y la integración. Para ellos una persona es una persona a
causa de los demás.
Desmond
Tutu, premio Nobel de la Paz en 1984 dijo:"una persona con "Ubuntu
" es abierta y está disponible para los demás, respalda a los demás, no se
siente amenazado cuando otros son capaces y son buenos en algo, porque está
seguro de sí mismo, ya que sabe que pertenece a una gran totalidad, y que se
decrece cuando otras personas son humilladas o menospreciadas, cuando otros son
torturados u oprimidos.
Alguien dijo
que cuando te alegras por la felicidad de los demás lo has entendido todo y yo
diría que si encima puedes contribuir a que ésta sea posible, mejor que mejor.
La única
competitividad interesante es aquella que nos impulse a ser una mejor versión
de nosotros mismos y no se me ocurre mejor manera que comprometiéndonos con
otras personas en un proyecto común.
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