Tienes
un deseo, lo visualizas, le prestas atención, pones tu energía en conseguirlo, el
universo se mueve y de pronto un día te das cuenta y ¡lo tienes delante!,mejor
dicho ¡al lado!
¿Qué
harías? Disfrutarlo ¿no?, es ideal, como lo imaginaste, en el momento justo...tu
momento.
¡No!
espera, no disfrutes, no vaya a ser que lo pierdas o igual quiere hacerte daño,
quién sabe, total… ¿qué más da? no vas a estar a la altura… ¡Sí!... da un paso
atrás, disimula, no te mojes, siéntete pequeñ@, baja la apuesta, vuelve a
deambular por las calles sin rumbo fijo o tírate en el sofá y tápate con la
mantita de la melancolía.
Piensa
también que no va a ser para siempre... porque vivir sólo un instante perfecto
es poco para tí ¿no?, sentir que se para el tiempo ¿para qué?, no vivas el
momento presente convéncete de que después lo vas a pasar muy mal, no compensa.
Mejor
huye, y luego quéjate, eso sí, quéjate mucho, di que tú ya lo sabías, que menos
mal que no lo intentaste, que todo es lo mismo, que la suerte es para
otros...para los que la andan buscando y creen como tú creías justo antes del
segundo en que el miedo te ganó el pulso.
Y
quién sabe, tener quizá sea empezar a perder... pero ahora que entraste en mi
mundo no me lo pienso perder.
INMA
REYERO DE BENITO
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