sábado, 21 de septiembre de 2019

EL RINCÓN DE INMA: LA BELLEZA DE LO EFÍMERO




Esta semana he dedicado unas horas a colorear estos dibujos tipo mandala, os lo recomiendo, es una actividad muy relajante, calma la mente y desarrolla la paciencia y la precisión.

Aparcas por un rato las prisas y sales de la espiral de pensamiento en bucle que nos suele acompañar buena parte del día, diría que te conecta de algún modo con tu lado más primitivo y tu mayor pretensión es combinar colores y lograr cierta armonía.

Es necesario un poco de disciplina y perseverancia dos cualidades que dan muy buenos resultados en todas las facetas de la vida.

Mientras pintaba pensaba que iba a hacer con ellos, me vinieron a la mente los mandalas tibetanos, los realizan con arena de colores y cuando terminan los conservan veintiún días y después los destruyen, esto les permite mantener su flexibilidad creativa y disfrutar del presente sin apegarse al pasado.

Lo único que permanece en la vida es el cambio, hay que fluir por eso los budistas los destruyen, se entrenan para dejar ir lo que temen perder.

La verdad no me imagino destruyendo las cosas que amo, no me imagino perdiendo a mis hijos por mucho que no sean mis hijos y sean hijos de la vida, no me imagino tirando mis vaqueros favoritos, ni borrando mi galería de fotos… y no pasa nada, así está bien, es bonito pasear por el camino de la evolución dejando huellas imperfectas.

INMA REYERO DE BENITO

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