sábado, 14 de marzo de 2020

LA COMPASIÓN, EL SENTIMIENTO QUE NOS HACE MÁS HUMANOS



La compasión es un sentimiento que nos motiva a dirigirnos a eliminar el sufrimiento de alguien y producir algún tipo de bienestar en ese alguien.

Cuando hablamos de autocompasión nos referimos entonces a generar ese sentimiento por nosotros mismos y emprender un diálogo interior para mitigar nuestros sentimientos de vergüenza, culpabilidad o autocrítica censuradora.

Es verdad que esta palabra, compasión, en español, tiene unas connotaciones negativas. Ahora me viene a la cabeza la canción de Los Payos, Compasión, en la que dice: “Compasión no quiero, quiero amor sincero”, dándole un sentido de menosprecio hacia alguien a quien vemos sufrir. Pues bien, el verdadero sentido de la palabra compasión, no lleva implícito ningún sentimiento de menosprecio hacia el otro, más bien, de amor, comprensión, cercanía y disposición a ayudar.

Este sentimiento tiene un componente muy beneficioso en el mundo relacional de los seres, evita las críticas y autocríticas destructivas, y minimiza los sentimientos de vergüenza e inferioridad de las personas.

Como vemos, por lo tanto, este sentimiento tiene tres componentes diferenciales:
El componente emocional que se activa cuando percibimos a un ser (estímulo) en condiciones de dolor o de estar sufriendo, provocándonos un impulso a actuar y a tratar de paliar ese dolor ajeno.
El componente conductual, que incluye no solo la acción a corregir o mitigar ese dolor, sino también el compromiso y la decisión de realizar todo tipo de acciones en esa dirección.
El componente cognitivo, en el que se implican nuestras creencias y valores acerca de los demás, de la vida: la solidaridad, el amor, la justicia, el compromiso, la tolerancia, etc., y también la atención a ese dolor ajeno y la interpretación y evaluación de ese dolor ajeno, o propio (en el caso de la autocompasión), y la evaluación de nuestras competencias o aptitudes para abordar ese dolor en ese momento.

Es bueno diferenciar siempre este sentimiento de compasión de la empatía y de la simpatía. Empatía es la capacidad de entender la conducta y los sentimientos de los demás, por lo que hay un componente cognitivo importante o de comprensión del sufrimiento del otro, pero en la compasión vamos más allá, ya que no sólo comprendemos al otro, sino que, además, genera un impulso a querer mitigar o hacer desaparecer ese dolor o sufrimiento. En la simpatía hacemos ejercicio de sentir de forma similar lo que el otro puede estar sintiendo, con lo cual nos sentimos dolidos con él, pero, de nuevo, en la compasión no nos quedamos solo en el sentimiento.

También podemos diferenciar en cuanto a nosotros la autoestima de la autocompasión. Nuestra autoestima mejora cuando hacemos las cosas bien o mejor, la autocompasión tiene que ver con cómo nos tratamos cuando las cosas no van de la forma que deseamos.

Por lo tanto, en síntesis, para sentir compasión hemos de comprender al otro, poniéndonos en contacto con nuestros valores personales, sentir empatía, simpatía, y actuar para sacar a ese ser de ese dolor o sufrimiento.

Si quieres mejorar en compasión, no te quedes sólo en comprender intelectualmente (empatía) y en sentir lo que posiblemente está sintiendo el otro (simpatía), realiza conductas de ayuda a paliar o eliminar ese dolor de otros. Pueden ser conductas de apoyo, de valoración, afectivas, de análisis de la situación personal, de apoyo en la toma de decisiones, etc.

Un cordial saludo.

Juan Fernández Quesada

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