lunes, 19 de octubre de 2020

EL RINCÓN DE INMA - VENTANAS QUE SON POEMAS


 

No sé si es la falta de besos, no sé si es la ausencia de abrazos lo que me está llevando a sentir ternura cuando veo que siguen quedando personas que se cuidan, que no les viene mal el compromiso, sino que es algo que les refuerza y les convierte en más grandes.

 

Hace unas semanas mi vecino se rompió la cadera y el otro día su mujer con voz ilusionada me llamó por la ventana del patio para decirme que él ya caminaba.

 

Mi alegría fue enorme y le dije que me gustaría que saliera un día a saludarme y … ¿para qué esperar cuando sobran las ganas?...

 

¡Allí se presentó!, sonriente, con su pijama impoluto, que ella se empeñaba en acuriosar una y otra vez, como si todo fuera poco; se transparentaba una camiseta interior blanca.

¡Cuánto hacía que no veía una! ... ¡cuánto hacía que unos sentimientos puros no me traspasaban la piel!...

 

La escena empezó a ser en blanco y negro, talmente parecía otro universo y por un momento pensé que no era real, que estaba contemplando el mayor espectáculo del mundo.

 

No oí ni una queja, sólo se percibía cariño, aceptación de una circunstancia que seguro no querían, pero les hizo más fuertes, más sabios; no porque sean excepcionales sino porque se eligieron cada día para vivirlo juntos.

 

Él recitó un poema, no sé si existe o se lo inventó, pero me arrancó un aplauso, me hizo ver que lo difícil se puede volver sencillo y el dolor, si tú quieres, se convierte en arte.

 

Me hubiera quedado a vivir allí, pero no quise cansarle, le pedí que se fuera despacio, que no derrapase, con ese humor que a veces nos falta, pero que, cuando aparece, nos salva; su carcajada ya forma parte de la banda sonora de mi vida.

 

Y allí seguí un rato pensando que a veces la desdicha se convierte en suerte si tienes con quien compartirla, y que hay ventanas que son balcones de aire fresco de otros tiempos.

 

Y allí me quedé con la mirada ausente pensando que no son las vistas, sino lo que queramos ver.

 

Se fueron juntos, él se apoyaba en el andador sin saber que era ella quien le sustentaba.

 

Se van juntos, la ventana quedó abierta.

Ventanas que son poemas.

Ventanas que son alma.

Ventanas de hoy construyendo de la mano las ventanas del mañana.

La ventana quedó abierta...

 

INMA REYERO DE BENITO

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