EL RINCÓN DE INMA - CÁNTARO DE VIDA

 

Trazos azules danzan imprecisos por un folio en blanco húmedo, a juego con mis pupilas; blanco roto.

 

Todo lo que escriba será un sordo bla, bla, bla; un eco lejano de notas desafinadas sin fin. Una Torre de Babel es la vida desde que todo es contigo, pero sin ti.

 

La "m" con la "a", la "m" con la "a", una cadencia infantil que me transporta a tu regazo, que acompasa los latidos de mi corazón cuando cae preso de miles de tambores de guerra, mamá.

 

Cierro los ojos para captar tu esencia, no siempre distingo lo que soy de lo que fuimos. Espejismo de otros tiempos que dudo si inventé donde mi mundo contigo si era un hotel. Pan con chocolate. Sana sanita, culito de rana. Diapositivas fugaces de cuando la vida era simple.

 

Eres el aleteo de una mariposa y la margarita que me quiere; eres el trino que anuncia el amanecer y cada flor en el jardín.

 

Cántaro de vida, acunasueños constante, la felicidad tiene la medida exacta de la sonrisa de una madre.

 

Noches en duermevela, la mejor coartada. El trébol de cuatro hojas y la aguja en el pajar. Olvidos que buscan recuerdos. Todo y más, mamá.

 

Una nana, el “come que no comes nada” y “avisa cuando llegues”.

 

Solté tu mano con el desconsuelo del niño al que se le escapa el globo de helio en una tarde de feria. En ese preciso instante te hiciste eterna.

 

Los lápices de colores sin punta que aspiran a crear arco iris duermen en un bote con forma de nube gris oscuro, después de la tormenta llegará la calma. Anoto en mi agenda comprar un afilapuntas.

 

Respiro, uno, dos, tres...infinita.

 

Mi mamá me mima, la " m" con la " a", la " m" con la " a". Mamá.

 

Fuiste, eres y por siempre serás en mí.

 

INMA REYERO DE BENITO