domingo, 31 de julio de 2022

UN MODELO DE RESILIENCIA (CASO 2) (PARTE 1)

 



ANNA FERRER: EL SENTIDO DE LO POSITIVO

Cuando nos planteamos escribir este libro, quisimos entrevistar a personas resilientes, pero también pensamos en analizar organizaciones resilientes, y la Fundación Vicente Ferrer nos pareció que cumplía claramente los principios de este tipo de organizaciones.

No ha sido fácil conseguir las palabras de la compañera de Vicente Ferrer, pero gracias al apoyo de muchos voluntarios de la asociación en España, finalmente tenemos las declaraciones de Anna Ferrer, presidenta y directora ejecutiva de la Fundación Vicente Ferrer.

La Fundación Vicente Ferrer es una ONG de desarrollo comprometida con el proceso de transformación en una de las zonas más pobres y necesitadas de la India, del estado de Andhra Pradesh y de algunas de las comunidades más desfavorecidas y excluidas del sistema de castas indio.

La fundación es una organización humanista fundamentada en la filosofía de la acción. Con su forma de pensar y actuar, Vicente Ferrer fue capaz de transmitir su compromiso para erradicar las desigualdades y movilizar las conciencias, a la vez que involucraba a las personas en su propio cambio. Su forma de entender el desarrollo ha dado lugar a un modelo ejemplar en el campo de la cooperación.

Vicente (9/04/1920-19/06/2009) y Anna Ferrer (1947) se conocieron en 1968 durante una entrevista. Unidos por un compromiso común de lucha y por la defensa de los más desfavorecidos, se instalaron en Anantapur y crearon la Fundación Vicente Ferrer. Desde entonces no ha cejado en su empeño de construir una sociedad más justa y humanitaria. Vicente y Anna enseñan a través del ejemplo. Esta es su gran lección.

Su temperamento aventurero le llevó a emprender un largo viaje desde su Inglaterra natal hasta la India, donde decidió instalarse para terminar sus estudios. Ella nos lo cuenta en su entrevista.

¿Qué es para ti la resiliencia?

Para mí la resiliencia es cuando crees firmemente en ti y en lo que estás haciendo. Cuando crees en ti mismo y en lo que estás haciendo y aparecen obstáculos y dificultades, tienes la capacidad para luchar contra todo.

Yo dejé Inglaterra cuando era muy joven, con 16 años, para hacer un viaje por India con mi hermano y su familia.

Inteligente, capacitada y extremadamente concienciada con la situación de la mujer en la India, Anna ha sido, y sigue siendo, uno de los pilares básicos de la Fundación Vicente Ferrer, y su voz se ha alzado alta y firme para reivindicar los dere c hos de las mujeres dalits (Las mujeres dalit o intocables viven principalmente en Asia del Sur, en países como Bangladés, India, Nepal, Pakistán y Sri Lanka. Las mujers dalit hacen frente a mayores desafíos que las mujeres en castas superiores de estos países. Es más probable que sean pobres, sin educación y socialmente marginadas. Son llamadas también esclavas de los esclavos).

De hecho, yo soy una persona que se plantea la vida tal y como viene. Una persona que no se obceca con los problemas que tiene que afrontar en el camino. Esto hizo que, cuando era joven, dejase mi país y me fuera a uno nuevo, a uno totalmente diferente. Para mí, aquello, fue una decisión fácil. Fui a aquel país y fui feliz.

La misma naturaleza de adaptación a diferentes culturas y costumbres hizo posible que me estableciera felizmente en la India cuando era muy joven.

El hecho de ser una persona que se adpata con facilidad a las diferentes situaciones, compasiva, ha hecho que el cambio y la acomodación a diferentes culturas y costumbres fuera fácil para mí, así como plantar cara a los problemas y dificultades cuando llegan.

Después de unos años, cuando conocí a Vicente Ferrer, decidí espontáneamente ir con él para luchar contra la pobreza.

¿Cuál es la situación más difícil que te ha tocado vivir?

La situación más difícil de mi vida y en mi trabajo tuvo lugar en los años setenta, en 1973 y 1974, cuando el administrador de nuestro distrito quiso actuar en contra de los intereses de Vicente Ferrer y de toda la organización.

El citado administrador usó todo lo que estaba a su alcance, y fuera de su alcance, para deshacerse de nosotros, para expulsarnos del país. Quería acabar con nuestro trabajo, arrestarnos, meternos en la cárcel durante dos años.

Ese fue uno de los momentos más difíciles, no solo a nivel personal, sino también para la fundación.

¿Cómo saliste de esa situación?

Creyendo en el trabajo que estábamos haciendo para luchar contra la extrema pobreza en Anantapur.

¿En qué cambiaste después de vivir aquella etapa dura?

Aunque pienso que no hay nada imposible, es factible vencer lo que parece imposible o muy difícil de superar creyendo en ti mismo y en la causa por la que está luchando.

Cuando tienes que luchar contra un obstáculo muy grande y lo vences o tienes éxito en ello, te conviertes en una persona muy positiva. Eso hace que creas que, si algo es muy importante para la gente con la que es estás trabajando, no hay nada imposible de conseguir.

En el caso de volver a vivir una situación parecida ¿volverías a actuar del mismo modo?

Si ocurriera la misma situación de nuevo, la abordaría de la misma manera, ya que tenemos mucha experiencia en luchar contra muchos problemas y dificultades. Ese momento de acoso por parte del administrador de la región fue uno de los más dramáticos para nosotros, pero no fue el único. Nos hemos encontrado con muchas dificultades que hemos superado siempre con positivismo y entusiasmo.

¿En qué te ha ayudado todo lo vivido, todo lo que has aprendido en el camino?

Después de pasar cada problema y luchar para superar cada obstáculo y dificultad siempre hemos acabado más fuertes que antes.


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