ANNA FERRER: EL SENTIDO DE LO POSITIVO
Cuando nos
planteamos escribir este libro, quisimos entrevistar a personas resilientes,
pero también pensamos en analizar organizaciones resilientes, y la Fundación
Vicente Ferrer nos pareció que cumplía claramente los principios de este tipo
de organizaciones.
No ha sido
fácil conseguir las palabras de la compañera de Vicente Ferrer, pero gracias al
apoyo de muchos voluntarios de la asociación en España, finalmente tenemos las
declaraciones de Anna Ferrer, presidenta y directora ejecutiva de la Fundación
Vicente Ferrer.
La Fundación
Vicente Ferrer es una ONG de desarrollo comprometida con el proceso de
transformación en una de las zonas más pobres y necesitadas de la India, del
estado de Andhra Pradesh y de algunas de las comunidades más desfavorecidas y
excluidas del sistema de castas indio.
La fundación
es una organización humanista fundamentada en la filosofía de la acción. Con su
forma de pensar y actuar, Vicente Ferrer fue capaz de transmitir su compromiso
para erradicar las desigualdades y movilizar las conciencias, a la vez que
involucraba a las personas en su propio cambio. Su forma de entender el
desarrollo ha dado lugar a un modelo ejemplar en el campo de la cooperación.
Vicente
(9/04/1920-19/06/2009) y Anna Ferrer (1947) se conocieron en 1968 durante una
entrevista. Unidos por un compromiso común de lucha y por la defensa de los más
desfavorecidos, se instalaron en Anantapur y crearon la Fundación Vicente
Ferrer. Desde entonces no ha cejado en su empeño de construir una sociedad más
justa y humanitaria. Vicente y Anna enseñan a través del ejemplo. Esta es su
gran lección.
Su
temperamento aventurero le llevó a emprender un largo viaje desde su Inglaterra
natal hasta la India, donde decidió instalarse para terminar sus estudios. Ella
nos lo cuenta en su entrevista.
¿Qué es
para ti la resiliencia?
Para mí la resiliencia
es cuando crees firmemente en ti y en lo que estás haciendo. Cuando crees
en ti mismo y en lo que estás haciendo y aparecen obstáculos y dificultades,
tienes la capacidad para luchar contra todo.
Yo dejé
Inglaterra cuando era muy joven, con 16 años, para hacer un viaje por India con
mi hermano y su familia.
Inteligente,
capacitada y extremadamente concienciada con la situación de la mujer en la
India, Anna ha sido, y sigue siendo, uno de los pilares básicos de la Fundación
Vicente Ferrer, y su voz se ha alzado alta y firme para reivindicar los dere c
hos de las mujeres dalits (Las
mujeres dalit o intocables viven principalmente en Asia del Sur, en países como
Bangladés, India, Nepal, Pakistán y Sri Lanka. Las mujers dalit hacen frente a
mayores desafíos que las mujeres en castas superiores de estos países. Es más
probable que sean pobres, sin educación y socialmente marginadas. Son llamadas
también esclavas de los esclavos).
De hecho, yo
soy una persona que se plantea la vida tal y como viene. Una persona que no se
obceca con los problemas que tiene que afrontar en el camino. Esto hizo que,
cuando era joven, dejase mi país y me fuera a uno nuevo, a uno totalmente
diferente. Para mí, aquello, fue una decisión fácil. Fui a aquel país y fui
feliz.
La misma
naturaleza de adaptación a diferentes culturas y costumbres hizo posible que me
estableciera felizmente en la India cuando era muy joven.
El hecho de
ser una persona que se adpata con facilidad a las diferentes situaciones,
compasiva, ha hecho que el cambio y la acomodación a diferentes culturas y
costumbres fuera fácil para mí, así como plantar cara a los problemas y
dificultades cuando llegan.
Después de
unos años, cuando conocí a Vicente Ferrer, decidí espontáneamente ir con él
para luchar contra la pobreza.
¿Cuál es
la situación más difícil que te ha tocado vivir?
La situación
más difícil de mi vida y en mi trabajo tuvo lugar en los años setenta, en 1973
y 1974, cuando el administrador de nuestro distrito quiso actuar en contra de
los intereses de Vicente Ferrer y de toda la organización.
El citado
administrador usó todo lo que estaba a su alcance, y fuera de su alcance, para
deshacerse de nosotros, para expulsarnos del país. Quería acabar con nuestro
trabajo, arrestarnos, meternos en la cárcel durante dos años.
Ese fue uno
de los momentos más difíciles, no solo a nivel personal, sino también para la
fundación.
¿Cómo
saliste de esa situación?
Creyendo en el trabajo que estábamos
haciendo para luchar contra la extrema pobreza en Anantapur.
¿En qué cambiaste
después de vivir aquella etapa dura?
Aunque pienso que no hay nada
imposible, es factible vencer lo que parece imposible o muy difícil de superar
creyendo en ti mismo y en la causa por la que está luchando.
Cuando tienes que luchar contra un
obstáculo muy grande y lo vences o tienes éxito en ello, te conviertes en una
persona muy positiva. Eso hace que creas que, si algo es muy importante para la
gente con la que es estás trabajando, no hay nada imposible de conseguir.
En el caso de
volver a vivir una situación parecida ¿volverías a actuar del mismo modo?
Si ocurriera la misma situación de nuevo,
la abordaría de la misma manera, ya que tenemos mucha experiencia en luchar
contra muchos problemas y dificultades. Ese momento de acoso por parte del
administrador de la región fue uno de los más dramáticos para nosotros, pero no
fue el único. Nos hemos encontrado con muchas dificultades que hemos superado
siempre con positivismo y entusiasmo.
¿En qué te ha
ayudado todo lo vivido, todo lo que has aprendido en el camino?
Después de pasar cada problema y
luchar para superar cada obstáculo y dificultad siempre hemos acabado más
fuertes que antes.
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