Cuando evitamos situaciones
o personas que nos generan reacciones adversas, no aprendemos a cambiar
nuestros programas que están manteniendo dichas reacciones, es decir, no
mejorará. Si usted evita a un compañero de trabajo que le resulta odioso, no
aprenderá a cambiar su concepto (odioso) por otro, seguro, más realista. Su
diálogo autofrustrante es del tipo: “Tendría
que ser menos odioso”, “No puedo
aguantarlo”, “Es horrible su
comportamiento”, “Es un ser
despreciable”. Y lo podría cambiar por este otro: “Aunque es una persona que no me gusta cómo se dirige, su
comportamiento no es tan horrible como yo lo valoro, puedo aguantarlo y no es
un ser despreciable, aunque puedan ser despreciables algunas de sus conductas”.
Recuerde, NO EVITE, ENFRENTE.
La evitación es lo que mantiene nuestros programas, porque no cambiamos en nada
nuestros pensamientos para sobrellevar las situaciones. Cada vez que repite su
comportamiento evitativo, incrementa su sensibilidad ante esas situaciones y se
vuelve menos tolerante. La única manera de mejorar es exponerse ante las
situaciones que nos desagradan. El objetivo consiste en DESENSIBILIZARSE ante
las situaciones y personas que nos alteran, porque, como ya le he contado en
los artículos anteriores: “No son esas
situaciones o personas las que nos hacen estar mal o bien, sino lo que pensamos
acerca de ellas”.
Es deseable que analice si
se siente frustrado en su vida laboral, social, de pareja, familiar, sexual,
etc., y comience a trabajar cada una de ellas. Esto es como si yo soy alérgico
a los elefantes. No sabré que soy alérgico a ellos hasta que no esté con uno.
En general mi vida irá bien, porque en pocas ocasiones estaré con elefantes,
pero imagínese que le ofreciesen un puesto de cuidador o si viviese en un lugar donde hubiese muchos paquidermos. Los programas
irracionales que tenemos afloran cuando hay situaciones o personas que nos los
activan, por lo tanto, más que lamentarnos de ello, sería bueno agradecerlo por
darnos la oportunidad de cambiar nuestro pensamiento irracional.
Para estos días, le propongo
que haga una lista de situaciones, hechos o personas que le son difíciles de
enfrentar o manejar.
En el caso que vimos estos
días podría ser:
1)
Mi hijo cuando por las mañanas no quiere
levantarse para ir al colegio y retrasa mi salida para el trabajo. Aspectos a cambiar: mi irritabilidad
excesiva con gritos y conductas algo agresivas, por: mantenimiento de la serenidad, firmeza, eliminar repeticiones
excesivas de que se levante o de que recoja sus cosas. Podría, por ejemplo,
aunque a mí me suponga un esfuerzo temporal, levantarnos más temprano y decirle
que si mejora en su comportamiento, ganaríamos en horas de más descanso. Hacer
un programa con él de beneficios por mejorar su conducta.
2)
Mi jefe cuando me ordena elaborar algún
informe con un plazo de entrega. Aspectos
a cambiar: mi miedo, defensividad, y culpabilidad. En lugar de ello, puedo plantearle a mi jefe que estudiemos los
plazos de entrega en orden a las informaciones que me tienen que pasar también
de otros departamentos para su elaboración. Aceptar que soy falible, que me
puedo equivocar y que por ello me tengo que desdecir o creer que valgo menos.
3) Compañeros de otros departamentos que me
tienen que pasar información. Aspectos a
cambiar: Excesivo enfado, gritos y amenazas. En lugar de ello: hacer una reunión con mis compañeros para que
ellos ofrezcan posibles soluciones o alternativas en orden a mejorar los
tiempos de obtención de esas informaciones. Estimular y agradecer sus
colaboraciones.
4)
Evaluación de bajo rendimiento por parte de
la dirección. Aspectos a cambiar:
estado depresivo, baja autoestima e impotencia. En lugar de ello: descubrir en qué cosas pierdo efectividad en mi
labor, analizar cómo gestiono mi tiempo. Considerar que con esfuerzo y
planificación puedo cambiar la situación y la valoración de mis jefes.
Considerar que mis errores no tienen que ver con mi valía personal.
5)
Reacciones desproporcionadas con mi pareja
cuando algo me afecta. Aspectos a
cambiar: reproches a mi pareja, irritabilidad excesiva. En lugar de ello: prestar atención a
los deseos y necesidades de mi pareja, preparar una velada tranquila en la que
podamos hablar de lo que me preocupa y las posibles mejoras o soluciones a
realizar. Contar con sus consejos y opiniones.
Espero no se demore en sus
cambios, porque significará que está posponiendo (evitando). NO HAY ATAJO SIN
TRABAJO.
Un fuerte abrazo.
Juan Fernández Quesada.
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