Asumir la responsabilidad de
nuestros sentimientos y acciones es el principal proceso de aprendizaje en
nuestra vida. A veces se utilizan de forma indistinta las palabras: a)
culpabilidad, b) reproche o reprobación y c) responsabilidad, cuando en
realidad tienen connotaciones bien diferentes. La palabra “culpabilidad”
significa denigración a sí mismo por una mala acción, va asociada a la palabra “castigo”,
“usted merece un castigo”, la segunda “reproche o reprobación” significa que
usted debe ser desaprobado, que merece una crítica o censura, es muy parecida a
la “culpabilidad”, y, por último, la palabra “responsabilidad” significa
obligación de responder por nuestros sentimientos y acciones, es decir, que
usted es el dueño de su vida, y esto, “ser el dueño de su vida”, sí es deseable
que lo sea. Asumir responsabilidades es
una cosa muy sana, mientras que culpabilizarse o reprobarse es algo dañino y
destructivo.
El problema de los
sentimientos no es que no tengamos que tener emociones intensas antes las
cosas, sino que el problema es que reaccionamos de una forma EXCESIVA ante
eventos, acontecimientos, situaciones, personas, que las vivimos como
frustrantes, empeorándolas. Como decimos, “nos convertimos en parte del
problema”. Una emoción intensa nos indica que el pensamiento es inadecuado y,
entonces, una reacción excesiva produce resultados indeseables.
Si le parece, le propongo
que durante esta semana haga el siguiente ejercicio: Obsérvese e indique cuándo
(tiempo), dónde (lugar) y cómo (modo) experimenta cualquiera de estos 5
sentimientos y comportamientos no
adecuados:
1)
Ansiedad o preocupación excesiva.
2)
Enfado, irritabilidad o defensa excesiva.
3)
Depresión, agotamiento o cansancio excesivo.
4)
Culpabilidad.
5)
Comportamiento excesivo de autoderrota,
frustración o impotencia.
EJEMPLO:
DÍA
|
ACONTECIMIENTO
|
SENTIMIENTOS Y
COMPORTAMIENTOS INADECUADOS
|
1
|
Mi
hijo no quería levantarse para ir al colegio y a mí se me hacía tarde para ir
a trabajar.
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Irritabilidad
excesiva, gritos, azotes y tirar al hijo de la cama.
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2
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Mi
jefe con tono airado me exigió saber cuándo terminaría el informe que me
había encargado.
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Pánico,
angustia y culpabilidad.
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2
|
Los
que me tenían que pasar información para acabar el informe no me la habían
enviado.
|
Enfado
excesivo, gritos y amenazas.
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3
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El
equipo directivo de la empresa me ha evaluado con una nota de bajo rendimiento,
con la consiguiente eliminación de beneficios económicos por objetivos.
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Depresión,
baja autoestima, impotencia.
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4
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Tras
comunicarme el jefe que debo seguir con el informe, me pongo delante del
mismo.
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Evito
enfrentarme a la realización del informe y acometo otras actividades ajenas a
él menos importantes y urgentes.
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5
|
Me
he puesto algo con el informe, pero no avanzo mucho porque estoy pensando en
otras cosas.
|
Me
entretengo mucho en el descanso. Como y bebo más de lo debido y me siento
pesado.
|
5
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Llego
a casa del trabajo, mi mujer me pregunta si he llevado el coche a ajustar la
altura de los faros.
|
Mando
a mi pareja a la mierda y le pregunto que si no ha tenido tiempo ella de
hacerlo, teniendo yo el coche en mi poder.
|
Si le ha servido el ejemplo
de guía, haga ahora su hoja de observaciones durante la semana, le permitirá
tomar mucha conciencia de sus sentimientos y conductas.
Un abrazo.
Juan Fernández Quesada.
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