Querido
hijo, igual piensas que no tiene sentido que te escriba porque vivimos juntos,
pero a veces las prisas, la rutina y muchos otros motivos no nos dejan pararnos
a sentir y a pensar en lo importante.
No hace
falta que te diga muchas cosas… que amontone palabras desgastadas cuando tú y
yo siempre nos hemos entendido con una mirada.
Te quiero
como cuando dormíamos los cuatro juntos y me hacías dibujos en la espalda, como
cuando imitabas a Amador, al tío la vara o el “díselo papi”...
Llegué a desesperar,
a querer zarandearte para que volvieras, no entendía qué estaba haciendo tan
mal, un día cuando creí que no podía más y me culpaba por no haber sabido ser
la madre que necesitabas me dijeron que si tiraba la toalla todos mis miedos
sobre tu futuro se cumplirían.
No sabía por
dónde empezar pero cuando tienes un porqué siempre aparece el como.
De aquella
no sabía que todo pasa, que el más
potente de los antídotos contra el miedo es el amor y que el futuro no existe, sólo podemos
actuar en el presente, ignoraba también que las cosas son como son y no como
nos gustaría que fueran y tantas y tantas frases que empezarían a cambiar
nuestro caótico día a día.
Qué
equivocada vivía, qué gran lección me tenía preparada la vida, quien me iba a
decir que acabaría dándote las gracias por enseñarme tantas cosas.
Me encanta
que hayas vuelto a sonreir , disfruto con nuestras charlas sobre cualquier tema, eres rápido, con un gran sentido del humor, siempre quieres
llevarme a tu terreno como buen adolescente, todavía no comprendes que la
veteranía es un grado, lo que siento cuando me abrazas me daría para escribir
un libro, en blanco, eso sí, porque no hay palabras.
Siempre voy
a estar, como cuando me tirabas de la camiseta porque el “tirorón” se quería
comer a Nemo, pero sólo puedo ser tu apoyo, el dueño de tu vida eres tú.
Tendrás que
tomar tus propias decisiones y si alguna vez dudas aquí estoy, como siempre.
Prometo escucharte y respetar lo que
sientas en cada momento.
Cuando quieras algo pídelo, a veces te dirán
que no, pero eso también forma parte de la vida…
… y pase lo
que pase recuerda que te quiero todo el rato y que te quiero feliz.
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