Eugene Gendlin es un filósofo estadounidense que ha
desarrollado una psicoterapia llamada Focusing, derivada de la Terapia
No Directiva o Centrada en el Cliente de Carl Rogers, uno de los padres de
la Psicología Humanística. Esta psicoterapia se centra en el cuerpo, frente a
las psicoterapias psicodinámicas o conductuales. Se centra en las sensaciones
físicas de nuestra experiencia humana.
En el movimiento psicoterapéutico, además del Focusing,
hay otras dos psicoterapias centradas más en el cuerpo, la de Wilhelm Reich,
llamada Vegetoterapia, y la de Alexander Lowen, llamada Bioenergética.
Estos tres autores vienen a confluir en sus planteamientos
afirmando que “la identidad humana se centra en el cuerpo”,
constituyendo su base y su núcleo.
Gendlin dice que “a partir de nuestras vivencias
corporales construimos nuestra personalidad y la percepción del mundo que nos
rodea”.
Para Gendlin el cuerpo es un registrador biológico que almacena
muchísima información o datos, transmitiéndolos inmediatamente cuando uno los
evoca de forma voluntaria o debido a algún acontecimiento externo asociado a la
sensación.
Una manera de aceptación personal es a través del
equilibrio físico, sentirnos a gusto con nuestro cuerpo, porque de no ser así,
nos sentiremos confusos, desorientados. El hecho de que las personas que
trabajan su cuerpo purificándolo y relajándolo, junto con su mente, se sientan
mejor consigo mismas, no es en vano.
Trabaja tu aspecto externo, tu higiene, cuidado personal, y
también tu cuidado interno, lo que comes. Limpia el cuerpo con algún tipo de ayuno.
Excluye los alimentos elaborados, el exceso de azúcares, los estimulantes y
sustancias que afectan al cerebro:
-El metilmercurio, presente en pescados grandes.
-El monóxido de carbono, presente en los humos de las
combustiones.
-El plomo, presente
en algunos cosméticos, juguetes que no cumplen las normativas vigentes, algunos
tipos de pinturas, etc.
-Los compuestos organofosforados y organoclorados,
presentes en los plaguicidas.
-El manganeso, necesario para el organismo, pero tóxico a
niveles altos. Lo usan los soldadores.
-El aluminio, sobre todo su ingestión.
-Los antiepilépticos en altas dosis.
-Los fármacos hipnóticos o benzodiazepinas, usados para
dormir, cuando se toman a muy largo plazo.
-El alcohol, tabaco (nicotina), cafeína, cocaína, heroína,
barbitúricos (tranquilizantes).
La aceptación del cuerpo guarda relación con nuestra
aceptación personal, así, por ejemplo, los adictos a alguna sustancia o las
personas que comen compulsivamente intentan llenar un vacío en su interior.
Siempre hay aspectos de nuestro cuerpo que podemos cambiar
o mejorar. Hazte una lista de ellos, de lo que concretamente te gustan y de lo
que no te gustan. Pregúntate que puedes cambiar o mejorar. Hazte un plan para
ello, pero no de cirugías. El cuerpo se ha convertido en el reflejo de tus
problemas o negatividades acumulados a lo largo de tu historia, y, si cambias tu
visión corporal, también mejorarás el resto.
Empieza a aceptar tu cuerpo, relájalo y cuídalo.
Gendlin teorizó sobre un concepto que llamó SENSACIÓN
SENTIDA o tipo de experiencia corporal personal. Explicó que las personas
podían mejorar en sus sintomatologías si podían acceder a las sensaciones
corporales globales en torno al problema por el que habían acudido a terapia.
Estas sensaciones sentidas se relacionan con la conciencia corporal del proceso
vital en un momento determinado. Y manifestó que todas las personas pueden
acceder a estas sensaciones sobre la satisfacción de nuestro organismo con las
condiciones actuales de nuestra vida, y que esto se puede lograr entrenando.
El Focusing describe 6 pasos esenciales:
1) Despejar
un espacio. Consiste en relajarse y prestar a la experiencia corporal
interna. El sujeto se debe preguntar: ¿Cómo está yendo mi vida? ¿Qué es lo más
importante para mí en este momento? Detectar las sensaciones que se generan y
dejar que fluyan las respuestas. Si hay preocupación, mantener una distancia
emocional.
2) Identificar
una sensación sentida. Seleccionamos uno de los problemas
identificados en el ejercicio anterior y mantenemos la distancia emocional,
pero notamos el sentimiento global de todas las sensaciones que han aparecido.
3) Manejar
la sensación sentida. Buscamos una palabra, frase o imagen que
represente esa sensación sentida en conjunto, lo llamaremos asidero.
Esta calificación o imagen representará de la forma más precisa la posible la
sensación sentida general.
4) Resonar.
Alternamos el foco de atención entre el asidero y la sensación sentida,
comprobando si ese asidero representa de forma fiel a la segunda. Deben encajar
lo más posible.
5) Hacer
preguntas. ¿Qué es lo que otorga esta cualidad o imagen (asidero) a
mi problema en su conjunto la sensación sentida? Deja fluir las respuestas. Si
notas un cambio en tu experiencia física es que has hallado el asidero
conveniente.
6) Recibir
las sensaciones. Al recibir unas sensaciones nuevas, mantén la
receptividad y préstales atención a esas sensaciones por unos momentos. Presta
atención a tus experiencias físicas y psicológicas.
Recuerda, trabajar el cuerpo y sus sensaciones, también es
comunicarnos con la mente, llegar a un equilibrio con ésta, recuperar nuestra
salud y confianza.
Hasta ahora, para ganar en sabiduría, hemos hablado de:
1) Despertar
a la necesidad de cambio.
2) Cuestionar
el presente.
3) Reforzar
nuestras creencias potenciadoras.
4) Confiar
en uno mismo y en nuestro espíritu.
5) Vaciarse
para llenarse y sentirse pleno.
6) No
distraerte de tu función.
7) Establecer
un compromiso con lo sencillo.
8) Lograr
un equilibrio entre el cuerpo y la mente (hoy).
Un saludo.
Juan Fernández
Me gusta tu implicación con la alimentación, y la salud
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