-No magnifiques tanto la ofensa recibida: relativízala a la baja.
Conseguirás la paz en dos corazones, el tuyo y el de tu prójimo, y un punto de
encuentro.
- ¿Por
qué olvidamos e ignoramos en vida a nuestro semejante, y lo ensalzamos
después de su muerte? Tenemos dos opciones; una, pasar página; dos,
intentar hallar el porqué de esa actitud.
-Conseguir cierto equilibrio
emocional es el punto donde el individuo percibe su existencia en otra
dimensión superior.
-La palabra, nada más que es un sonido. Necesitamos llenarla de
mensaje para que no se convierta en palabra "vacía de contenido y de
sentimiento humano".
-Si la máxima expresión de la palabra puede llegar a ser el silencio, ¿qué
nos impide este silencio responsable?
-Nadie mejor que tú para
demostrar con tu actitud quién eres.
-El sentimiento puede inducirnos a aproximarnos a otro ser humano; el
raciocinio, por el contrario, puede llegar a coartar nuestra libertad de
actuar, pensar o de sentir cuando está presidido por la inseguridad.
-Al tiempo de plantearnos para qué, pensemos en el por qué.
-En los momentos de desánimo, pensemos que sólo podemos perder tres cosas:
la salud, el amor y la fortuna.
-Demos lo mejor de nosotros
mismos, para no sentir el sentimiento de frustración y de
soledad por no ser los primeros.
-Cuando el dinero te dé
la felicidad, cuestiónate cuan vacío puedes llegar a estar de sentimientos y de
amor.
-La parte más instintiva, "oscura" y prepotente del hombre emerge
cuando éste alcanza el poder.
-Podrán quitarnos la vida, pero jamás la muerte.
-Deberíamos recordarnos que
sólo somos humanos. Nuestra tarea en el presente: convertirnos en
persona.
-Cuando tengamos la
suficiente humildad de escuchar sin sentirnos agredidos, observaremos la
proyección, en uno mismo, de los conflictos que subyacen en el
prójimo.
Un saludín.
Joan.
Gracias, Joan. Siempre sabias y certeras tus palabras. Un besote.
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