Ésta es
una de las cuestiones que el ser humano tiene ante sí, si es que desea
conocerse y averiguar el sentido que le da a su existencia: ¿vive o deambula?
¿Qué entendemos por vivir? La respuesta, desde la perspectiva humanista, viene dada
por la forma de relacionarnos con nuestros semejantes, evitando que nuestra
existencia no esté "exclusivamente dirigida hacia nuestra persona",
sino que, desde los valores y humanidad que hemos ido incorporando en el
trascurso de nuestra existencia, seamos capaces de observar a aquellos otros
seres humanos que, al no gozar de situaciones privilegiadas, sufren una vida
menos afortunada que la nuestra, y ofrecerles en el presente nuestra compañía,
ayuda y dedicación. Personas que necesitan ser escuchadas o compartir su
silencio. Esto es un acto de amor que hará que nos mantengamos vivos
interiormente.
Existe una
gran necesidad en la sociedad de sentirse escuchados y acompañados, pero
también de recibir nuestro calor humano, porque lo tenemos y lo demostramos, a
quien, por su circunstancia personal, se siente huérfano
de toda estima, comprensión y de un trato más humano. Vivir es saber decir
"lo siento" desde el
sentimiento; desarrollar y potenciar nuestras capacidades humanas, y entre
ellas, erradicar el egoísmo, que tanto dolor y sufrimiento causa. Vivir no es ponernos
en primera persona como una forma de vida, sino es intentar comprender a
nuestros semejantes para atenderlos en sus necesidades. Esto es vivir, lo que
nos hará sentirnos vivos y plenos interiormente como seres humanos.
Vivir es
dar afecto en el presente para que mañana, al despertar un nuevo día, no sea
demasiado tarde, pues "la persona ya no está". Queramos en vida, en
el aquí y ahora, para no sentirnos culpables después de su muerte o ausencia,
debido al afecto y consideración que, pudiéndole ofrecer en su día, le negué
por mi indiferencia o desconsideración hacia su persona, o por tantos otros
motivos... Vivir es abrirnos al mundo externo con la mano tendida llena de
sentimiento hacia este otro ser necesitado, para escuchar y atender sus
circunstancias personales.
Deambulamos (morimos
interiormente como seres humanos) cuando la falta de humanidad preside y anida
en nuestras vidas, ignoramos a nuestros semejantes y nos convertimos en el
"centro del universo". Evidentemente, ésta es una opción que tiene
ante sí el ser humano, pero entonces deberíamos hacernos esta reflexión: "¿vivimos
o morimos interiormente?".
Un saludo.
Joan
Sánchez-Fortún
Deambular significa ir de un lado a otro sin un fin. Tal vez lo que dé sentido a la existencia sea, efectivamente, no vivir en el ego sino en el ser.
ResponderEliminarApreciada Ana,
ResponderEliminarEfectivament, lo que dá sentido a nuestra existencia es el SER, como bien dices.
Puede que el título no sea lo del todo correcto: Tal vez ¿VIVIMOS O VEGETAMOS? hubiese sido más adecuado al contenido del artículo.
Ahora bien, el título podría interpretarse como: me preocupo por las personas de mi medio -vivimos- o, pasamos de ellas; deambulo con mis afectos sin depositarlos en nadie.
Gracias por tu comentario: todos ellos nos hacen pensar.
Recibe un cordial saludo.
Joan