Sin
moverte de la silla puedes ser un dragón que echa fuego por la boca, una rana
que teme al agua, un culebro, un bandolero del este, la princesa rescatada.
Quien
sabe, tal vez dentro de su cuerpo grandullón viva un dragón de muchos colores y
si la nobleza se mide por la profundidad de los ojos la suya está en la escala
más alta.
Crea
un ambiente mágico, engancha con su alegría, con sus personajes sencillos, llenos
de matices tan tiernos que te los quieres llevar todos a casa, llena el
escenario.
Cambia de registro con tanta facilidad que te atrapa
su dinamismo, te provoca una carcajada, te transporta a la infancia, te hace
reflexionar…
… ¡bienvenidos al mayor espectáculo del mundo!, con todos ustedes el gran Manu
Ferrero. Ama tanto lo que hace que solo puede convertirlo en éxito.
Siempre
recordaré ese momento en que fui feliz, un gran regalo de la vida. Gracias,
gracias, gracias.
Inma Reyero de Benito
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