jueves, 6 de junio de 2019

EL RINCÓN DE INMA: DEJEMOS HUELLAS BONITAS



Hace unos días se retiró como jugador de balonmano profesional  Juanín y lo hizo en el club de sus amores, el Ademar, atrás deja una trayectoria brillante como deportista y un valioso ejemplo como persona por los valores que ha transmitido, algo que agranda su figura, empieza la leyenda, dicen.

Al final de esta temporada se ha ido del Atlético de Madrid Juanfran después de muchos años en el club los trabajadores le hicieron pasillo, un gesto de respeto y reconocimiento.

Rafa Nadal cambió las zapatillas por las botas de goma y la raqueta por una pala para ayudar en las inundaciones de Mallorca, para algunos sólo un gesto simbólico pero que demuestra empatía y solidaridad.

Me viene a la memoria también el mundial de fútbol Rusia 2018 en el que fue noticia que Japón tras caer eliminado limpió el vestuario y dejó escrito: “gracias”.

Al final siempre son las cosas pequeñas las que hacen grandes a las personas. Nuestra forma de ser y de comportarnos habla más que todas las palabras.

Cuando le ponemos sentimiento y pasión a lo que hacemos el éxito llega solo y al compartirlo se multiplica porque se contagia. Cada gesto suma.

El deporte enseña valores como el compañerismo, el esfuerzo, el compromiso, levantarse una y mil veces, el respeto hacia los rivales, un niño que para el partido para atar el cordón a otro del equipo contrario, un jugador que marca el gol que nos hace campeones del mundo y se quita la camiseta para acordarse de un amigo que se hizo eterno “Dani Jarque siempre con nosotros”...

Sin tener la zurda de Nadal, ni la muñeca de Juanín y lejos de la pulcritud nipona seguro que podemos aportar muchas cosas interesantes que hagan la vida más fácil a los demás y por las que ser recordados cuando esté próxima nuestra “retirada”.

Inma Reyero de Benito

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