El 2 de
junio es el día de la Miastenia gravis. Una enfermedad autoinmune neuromuscular
y crónica. Se produce por un bloqueo entre la transmisión del impulso nervioso
entre el nervio y el músculo provocando debilidad muscular y fatiga.
Cuando me
dijeron que tenía Miastenia sentí miedo, el apellido imponía, me consideraba
joven para tener una enfermedad que en los últimos meses había mostrado su peor
cara, por otro lado sentí alivio, la incertidumbre causa mucho sufrimiento.
Conocí unas
pocas personas que también estaban diagnosticadas y formé parte de la
asociación, tenía un lado positivo, te sentías comprendida, nos pasan cosas
difíciles de entender para quien no la conozca de cerca. El lado negativo es
que se hablaba de enfermedad, éramos enfermos que antes hacíamos cosas que ya
no íbamos a poder hacer.
Mi falta de
aceptación de la realidad me impedía utilizar ciertos términos, lucha, padecer,
crónica, enferma… yo les decía que era
un poco más lenta que el resto del mundo, nada más.
Hoy creo que
este pensamiento fue en realidad mi salvación porque no me puse límites y cada
día le digo a la Miastenia que se equivocó de persona, que perdí cosas pero
gané otras y las que tengo las disfruto el doble.
Me ha
enseñado a dar importancia a las cosas que de verdad importan ¿crees que tienes
muchos problemas? Date una vuelta por una planta de oncología infantil por
ejemplo y me cuentas.
Me ha
enseñado a actuar porque si me paro demasiado se lo cree y me debilita. Imagina
que tienes uno de tus problemas “gordísimos”: abres el armario para probarte la
ropa de verano y no te vale casi nada, tienes varias opciones. Puedes pararte y
tirarte en la cama pensando en lo mal que te trata la vida.
Puedes hacer
una selección de prendas y regalárselas a una persona que las necesite o
venderlo y sacarte un dinero para renovar tu armario. Igual hasta te das cuenta
de que tenías un montón de cosas innecesarias que te quedaban fatal o no te
ponías nunca.
Puedes
trazar un plan de mejora de tu nutrición acompañado de ejercicio físico.
¿Con qué
opción te sientes mejor? ¿Con cuál solucionas algo? ¿Siendo proactivo o
reactivo?
Es sólo un
ejemplo insignificante, sé de primera mano que hay problemas serios pero
ninguno se va a resolver sentándote a maldecir lo injusta que te parece la vida.
Da pequeños
pasos hacia tus objetivos y no esperes a que te pase algo fuerte para empezar a
vivir, la vida es hoy, es aquí y ahora.
Inma Reyero
de Benito
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