"Sólo con corazón se puede ver bien, lo esencial es
invisible a los ojos"
El principito.
León está en
fiestas y aparte de los fuegos artificiales que me encantan, no encuentro
muchos motivos para cambiar mis rutinas pero este año no quería perderme el
pregón.
El ambiente
era festivo, globos, una charanga tocando
temas pegadizos. Cojo posiciones, puntual a su cita con León Jesús Vidal
sale al balcón, la gente aplaude, él sonríe, habla pausado, improvisa, cuando
las palabras salen del corazón no se
necesita seguir un guión.
Habla de
algodón de azúcar, de caballitos, de gente que se alegra , dice que aunque esté
en otros sitios él siempre está aquí, supongo que será porque pertenecemos a
donde se nos quiere y hemos sido felices.
Me emociono,
pienso en ¿qué hubiera pasado si hubiera creído que no podía? ¿y si se hubiera
puesto límites?, si sus miedos hubieran sido más fuertes que sus sueños su vida habría cambiado, sin duda.
Se le ve
frágil, entrañable, hombre en alma de niño, se hace fotos con quien se lo pide,
es todo ternura, me da las gracias por acercarme a él cuando el privilegio es
mío.
Después de
la admiración y paz que sentí a su lado, me alejo y me sumerjo de nuevo en el
bullicio mientras pienso que estamos hechos de los momentos que elegimos
llevarnos.
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