La
meditación y la imitación externa del comportamiento de Jesús no sirven. No
se trata de imitar a Cristo, se trata de convertirse en lo que Jesús era. Se trata de
convertirse en Cristo, de ser consciente, de comprender lo que sucede en usted. Todos los
otros métodos que usamos para cambiar podrían compararse con empujar un
automóvil. Supongamos que tenemos que viajar a una ciudad distante. Por el
camino el automóvil se descompone. Qué lástima; el automóvil se descompuso. De
manera que nos remangamos y empezamos a empujar el automóvil. Y empujamos, y
empujamos, y empujamos, hasta que llegamos a la ciudad distante. "Bueno"
decimos, "lo logramos". Y después empujamos el automóvil
¡hasta otra ciudad! Ustedes dicen: "Bueno, llegamos, ¿no es
verdad?". Pero ¿a eso llaman ustedes vida? ¿Saben lo que necesitan?
Necesitan un experto, un mecánico que levante la tapa y cambie el sistema de
encendido. De modo que cuando ustedes muevan la llave del encendido, el
automóvil se mueva. Ustedes necesitan al experto.
Necesitan
comprensión, visión, consciencia - no es necesario que empujen. No se
necesita ningún esfuerzo. Por eso la gente se cansa tanto, se fatiga. A ustedes y
a mí nos prepararon para estar insatisfechos con nosotros mismos.
Psicológicamente de ahí proviene el mal. Siempre estamos insatisfechos, siempre
estamos descontentos, siempre estamos empujando. Continúen, hagan más esfuerzo,
más y más esfuerzo. Pero siempre hay ese conflicto interior; hay muy poca
comprensión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario aparecerá una vez revisado por el moderador de la página. Gracias.