Cada
vez más consciente de que vivimos conforme a roles, a patrones estándares
impuestos para nosotr@s, programados por nuestras familias, por el colegio, por
la sociedad, educados bajo criterios de moralidad donde te imponen lo que es
" bueno" y lo que es " malo" porque sí, sin darte ni
siquiera la opción de probarlo porque eso ya supone ser "la oveja
negra". Ser "buena persona" tiene un precio, no pensar, no ser
tú mism@, ser a su imagen y semejanza.
Históricamente
a la mujer se le ha negado incluso el derecho de sentir, enseguida se nos
etiqueta con una palabra de cuatro letras, los hombres presumen de buscar un
tipo de mujer para llevarse a la cama y otro cuando de lo que se trata es de
elegir a la madre de sus hijos, esta última mejor que sea la típica sumisa que
haga lo que a ellos les apetece, que no destaque y, muy importante, que lleve
siempre puesta la sonrisa y las ganas, para eso es "su mujer" (las
personas que no encajen en estos comportamientos que no se den por aludidas,
estoy generalizando).
En
algunos países en el siglo XXI se practica la ablación genital, algo
directamente aberrante.
Yo
he sido una persona muy " aplicada" y captaba a la primera estos
mensajes que me convirtieron en "buena hija", "buena
esposa", "buena madre"... pero ni rastro de la mujer que
supuestamente debería habitar en mí, por eso el día que a modo de inspiración
me surgieron unas líneas que apunté atropelladamente en un trozo de papel me
sentí sucia y las guardé en un cajón no fuera a ser que pasara automáticamente
a ser mala.
Es
momento de desaprender, de no distinguir entre hombres y mujeres, somos
personas y sentir es una de las puertas más directas hacia la felicidad.
"Contar
los minutos para volver a verte, escucharte, mirarte,
que
nuestras manos se entrelacen,
callarte
con un beso
y
que hablen nuestros cuerpos,
como
único sonido nuestra respiración
y
una música de fondo…".
INMA
REYERO DE BENITO
¡Qué mensaje más bonito, tanto el el fondo-precioso y evolutivo-como en la forma!
ResponderEliminarFelicidades, Inma. Esperamos tu primer libro.
Un abrazo,
Joan
Gracias Joan,como dice siempre Juan no somos un producto , siempre estamos en proceso...la vida es evolución y nunca es tarde...Un saludo
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