Siento
que me falta el aire, que en tu último suspiro algo en mi se rompió por dentro.
Ya no me volverán a parecer tan bonitas las flores, aunque todas me recordarán
a ti.
Te
llevaste los recuerdos de todas las generaciones en esa cabeza privilegiada que
no paraba de dar vueltas para que no nos faltara nada.
Ya
no me dirás “come que no has comido nada” cuando ya hacía un rato que me
había desabrochado el último botón del pantalón, ni me reñirás porque no te
cogía el teléfono nunca a la primera..., a veces ni a la cuarta, pero tú no
desistías hasta conseguirlo y me caía la bronca y hablábamos del tiempo y de
tus niños. Preguntabas por toda la familia, hablábamos de todo y de nada y, al
final, nos reíamos y me mandabas muchos besos y abrazos para que repartiera
porque, según tú, era lo único que se podía mandar por teléfono. Y nos despedíamos
diez veces porque no callabas y eso que "nunca tenías nada que
contar", y daba igual, porque lo que contaba era que llamabas.
Has
vivido para todos, mamá, queriéndonos incondicionalmente a cada uno como somos.
Hace tiempo que subiste de categoría y fuiste la “abu” y después la
"bisa". ¡Fuiste tanto, que, a ratos, parece que sin ti no somos nada!
La
vida seguirá y sentiré rabia cuando te pierdas momento buenos, porque no lo
dudes, hoy es muy pronto, pero mañana nos pondremos en marcha porque como tú
nos decías hay mucho que hacer y si hace bueno ya sabes, hay que salir a dar el
paseo que se hacen las tardes muy largas y si cuadra charlamos con alguien que
se va quedando el pueblo muy solo y algunos días no se ve un alma...
Me
aseguré de que te fueras tranquila sabiendo que te queríamos, que seguiríamos
unidos, como a ti te gustaba. Te pedí que me sigas llamando a las 20:00, aunque
si algún día estás liada te lo perdonaré, te mereces divertirte.
Aprenderemos
a vivir sin verte, sabiendo que nunca te irás. Mientras sonriamos recordándote,
te buscaremos en la estrella más brillante y daremos gracias cada día de aquí
en adelante porque nos enseñaste el valor de lo realmente importante.
Tu
vela siempre estará encendida, así que ahora TODO VA A IR BIEN. Por siempre en
mi corazón, te querremos eternamente, MAMÁ.
Os
invito a que escuchéis esta canción en homenaje a ella (pinchad el enlace): https://www.youtube.com/watch?v=f5kYVKK6iaQ
INMA
REYERO DE BENITO
Apreciada Inma.¡Cuánta sinceridad emanan tus palabras y cuánto sentimiento vive en ellas!
ResponderEliminarMe aseguré de que te fueras tranquila sabiendo que te queríamos.Supiste dar afecto en vida a las personas queridas. En el futuro vivirás en paz contigo misma: el amor que ofrecemos nunca muere.
Aprenderemos a vivir sin verte, sabiendo que nunca te irás. Cuando queremos de verdad a las personas, estas mueren cuando muere nuestro corazón.
Los bellos momentos compartidos, son para recordar con cariño y afecto.
Te deseo lo mejor. Lo mereces. Esperamos tu libro.
Un abrazo,
Joan
Gracia Joan,es fácil inspirarse en personas que regalan tanto amor,un beso��
ResponderEliminarEs muy real pero mucha tristeza.Mi madre se fue y yo me estoy quedando muy sola y ya no me quedan fuerzas
ResponderEliminarLo siento,te animo a que lo sigas intentando,la vida siempre merece la alegría.Un beso y ánimo
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