domingo, 21 de marzo de 2021

CONFÍA EN TI MISMO Y EN TU ESPÍRITU (Juan Fernández Quesada)

 



¡Cuanto trabajo nos cuesta creer en nosotros mismos y en el espíritu! Decía Alice Miller en su libro Prisioneros de la Infancia: El espíritu humano es prácticamente indestructible y conserva su capacidad de renacer de las cenizas siempre que el cuerpo recobre su aliento. Yo digo que el cuerpo es capaz de remontar su andadura cuando confías en el espíritu y que el espíritu es indestructible, no “prácticamente”, como dice Alice Miller.

Nunca hemos tenido como hasta ahora tanta información disponible. Es la Era de la Información y yo cuento en mis charlas que es como cuando vas a comprar una mantequilla al supermercado. Miras en el estante y hay mantequilla con aceite de oliva, con sal, sin sal, sin lactosa, baja en calorías, clarificada, con valores añadidos (calcio, vitaminas, omegas, etc.). Total, que hay tanta para seleccionar, que te entra la duda y no compras ninguna. Antes como solo había una, ibas a comprar mantequilla y comprabas la que había.

¿Cómo puedo reaccionar ante los cambios y las situaciones críticas si no confío en mí mismo y no en tanta información? ¿Ya no me puedo fiar de mi intuición? ¿Es que no me puedo fiar ya de mi experiencia?

Hasta ahora he sobrevivido y no parece que me haya ido, en general, muy mal la vida. ¿Voy a seguir confiando en mí y en lo que me dice mi espíritu? Llevo unas sesiones hablando de un libro de Neale Donald Walsch titulado Conversaciones con Dios. Él, Dios, la Vida, el Universo, o como queráis llamarle dice: Yo os hablo de forma continua, y principalmente a través de los sentimientos, los pensamientos, y la experiencia, y la palabra, es la menos utilizada, porque es la que está más sujeta a interpretaciones. Y los criterios para saber cuándo nos está hablando es: Tu Pensamiento más Elevado, Tu Palabra más Clara y Tu Sentimiento más Grandioso. La Palabra más clara en la que encierra Verdad, El Pensamiento más elevado es el que desprende Alegría y tu Sentimiento más Grandioso es el Amor (Amor incondicional).

¿Es tan complicado ver la Verdad, la Alegría y el Amor, cuando somos eso?

Sí, es complicado por una razón, porque cuando éramos niños nos empezaron a educar en que se conseguía amor con condiciones, pero nunca nos contaron que había Amor Incondicional, que hiciéramos lo que hiciéramos, fuésemos como fuésemos, o dijésemos lo que dijésemos, siempre nos amarían. ¡Qué maravilla! ¿No? Y, ¿qué tal si, en lugar de ir por la vida en una actitud de desconfianza o algo paranoide, depositamos fe en que todos nosotros y los que nos rodean? Son seres que buscan, como nosotros, ser ellos mismos, Amor. Vamos por la vida poniendo condiciones al Amor.

La base del autoconocimiento está en tomar conciencia de nuestro valor en el mundo. ¡Somos muy valiosos! Y nunca lo pongamos en duda, hagamos lo que hagamos.

Ser confiados, no significa que no aprendamos a manejar las situaciones sociales o relacionales, y a que no marquemos límites cuando tengamos que marcarlos, significa que siga mirando en el ser más allá de lo que hay en la simple apariencia. MÁS ALLÁ DE LA APARIENCIA HAY UN SER DIVINO.

Si quieres trabajar el espíritu intuitivo, te aconsejo leas el libro de Eugene Gendling titulado Focusing. Gendling propone una serie de ejercicios para confiar en nuestro espíritu intuitivo. El focusing es una herramienta terapéutica desarrollada por él y basada en la psicología humanística de Carl Rogers, padre de la Terapia No directiva, y en la Fenomenología.

Haz algunas pruebas interesantes:

·       Regresa a tu pasado y discúlpate por los errores cometidos, pero asegúrate de no volver a sentirte culpable.

·       Invita a comer a una persona con la que has cortado una relación. Dedícate en la comida a buscar sólo los puntos de encuentro, no en volver a hablar de las diferencias.

·       Haz una lista de las cosas que te dan miedo y proponte en ir afrontándolas para liberarte de esos miedos. Puede ser un animal, las alturas, un insecto, los espacios cerrados, etc.

·       Escríbele una carta a un familiar fallecido, a una pareja de la que te has separado. Y háblale desde el corazón. No hace falta que la mandes.

·       Establece una amistad con alguien con quien no te relacionarías por tus prejuicios. Con una persona extranjera, con una persona con un problema psicológico, con un agente de la autoridad, etc.

·       Trabaja todo lo que puedas por una causa: por las personas que no tienen empleo, por las personas que han tenido un familiar que se ha suicidado, por las personas que realizan mendicidad en las calles, etc.

·       Habla en público sobre una causa que se trata injustamente. Realiza argumentaciones con datos, abre vías de análisis de solución a estos problemas, etc.

·       …….

Siempre es tiempo de poner puentes o de reparar aquellos que se han deteriorado. BUSCA SIEMPRE EL ENCUENTRO Y SIGUE TU INTUICIÓN.

Un fuerte abrazo.

Juan Fernández Quesada.

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