Por esos padres que ponen buena cara año tras año
cuando les regalas la corbata. Por los que dan pocos consejos, buen ejemplo y
caminan a tu lado; ni delante ni detrás. Por los que se ponen a tu altura, no
hay sombra tan alargada como la de la superioridad.
Por esos padres que te permiten volar cuando llega tu
momento, dejándote claro que siempre serán la pista de aterrizaje si va mal tu
vuelo.
Por los que se les empañan los ojos cuando consigues
un logro y tragan saliva porque, ya sabes, les dijeron que los hombres no
lloran. Por los que hacen de taxistas y por los que no se pierden ningún baile
del colegio.
Por los que te marcan límites y te ponen hora para
llegar a casa. Por los que se interesan por tus amistades, cambian pañales, presumen
de hij@s en el bar. Por los que juegan contigo al fútbol y a las muñecas y se
esconden por la casa, siempre en el mismo sitio, para que les encuentres y
puedan darte ese susto con sabor a cosquillas.
Por esos padres que hacen horas extras, pero siempre
entran por la puerta con una sonrisa agitando las llaves y diciendo: ¡Ya estoy
en casa!, y cenan sin el móvil, mientras charláis de cómo ha ido el día, y esa
noche cuentan, con la energía que les queda, el cuento más largo sin saltarse
ninguna página.
Por los que no quieren que seas como ellos, ni como
ellos no pudieron ser; sólo quieren que seas bien feliz.
Por los que olvidan los recados, se equivocan con la
marca de yogures y no recuerdan ninguna fecha de cumpleaños. Por esos que no
quieren resolverte la vida porque saben que caerse es obligatorio y de
levantarte harás un arte.
Por esos padres que con la mirada cansada te cogen la
mano con su mano arrugada y sin palabras te dicen “te quiero”. Por los que ya
no vemos, pero nunca se irán de nuestro corazón, mientras les recordemos.
Por esos padres que tienen que esperar a serlo cuando
cae la noche y salen al balcón para mirar al cielo y allí está su estrella; la
más brillante, alumbrándoles el camino de la vida y susurrándoles:
¡¡¡Felicidades papá!!!
INMA REYERO DE BENITO
Cuando las palabras emergen desde el sentimiento, ¡cuántas cosas se dicen con pocas palabras!
ResponderEliminarPorque en cada una de tus frases o reflexiones,¡cuánto podríamos hablar o escribir! Sire como un punto de partida para descubrir la grandeza que existe en las personas, cuando su forma de vida es tal y como lo reflejas.
Cómo la grandeza humana y humanidad tiene quien es capaz de expresar los sentimiento con tanta facilidad.
Felicidades.
Joan
Gracias Joan. Inspirarse al lado de los que son mejores es muy fácil. Soy una aprendiz siempre en proceso. Alguién dijo que no soy lo que escribo, si no lo que sientes al leerme. La escritura como todo buen dialogo necesita de dos partes y sin gente como tú no sería posible. Gracias por tus aportaciones y generosidad.🐜🐜🐜🐜🐜🐜🐜🐜 Seguimos.
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