¿Vivimos
o "vegetamos"? ¡Éste es el dilema! ¿Evolucionamos o continuamos
siendo la persona que éramos en el pasado o, en la que podemos llegar a
convertirnos en el presente mediante nuestra superación personal? Ésta es la cuestión. Crecer y/o evolucionar
como ser humano lleva implícito potenciar, desarrollar e integrar nuestras
capacidades más humanas y evolutivas. Es decir, conseguir la óptima
relación con uno mismo, así como con nuestros semejantes. Por consiguiente, la
persona alcanza un "óptimo estado interior". Desarrollar e integrar
la comprensión, la tolerancia, la responsabilidad y la
erradicación del egoísmo -como puntos de referencia esenciales, tantas
veces repetidos - son esos caracteres o valores imprescindibles en nuestro
proceso evolutivo, porque ellos, por el llamado efecto "dominó",
mueven de manera positiva —consciente e inconscientemente— el "todo"
de nuestra persona, consiguiendo un equilibrio más armónico con el resto de
nuestras áreas personales.
Evolucionemos para conseguir la
superación de los miedos; admitir y asumir que, como humanos, podemos
equivocarnos; como también, ser rechazados o no aceptados física o afectivamente;
superar las dependencias de toda índole-físicas o afectivas- que tanto dolor
producen; desterrar las necesidades, que tanto nos "esclavizan" y
crean dependencias; entender para comprender las situaciones comprometidas, nos
evitará magnificar el sufrimiento, etc. Integrar lo expuesto, es vital e
imprescindible en nuestro aprendizaje y proceso evolutivo. ¡Cómo cuando por los
miedos, llegamos a la pérdida de nuestra identidad y libertad! Involucrarnos en
la erradicación de la agresividad será cerrar positivamente ese tan
deseado "círculo mágico", el que nos abrirá el camino hacia la
evolución; a nuestro conocimiento personal y a un óptimo estado emocional.
Evolucionar: Complementando lo
anteriormente expuesto, conlleva tratar al prójimo desde la igualdad, a pesar
de las diferencias, mediante la humanidad y la humildad. La capacidad de
escuchar e integrar la palabra ajena faculta su conocimiento -comprender para
no criticar-, a su vez, potencia el afecto entre las personas. Esta breve
introducción intenta aproximarnos a la "esencia" de lo que consideramos
el humanismo tan necesario en nuestro proceso evolutivo, el que favorece una
mejor convivencia.
Evolucionar: Es no sentirnos
agredidos ni humillados por comentarios de dudosa realidad o procedencia. No
sentirnos inferiores ni infravalorados, pues los demás tienen su legítimo
derecho- acertado o no- a vernos desde su óptica personal. Desde la evolución
estaremos más capacitados para valorar y aceptar lo expuesto con un
insignificante coste emocional. La evolución se asemeja a esa pócima que todo
lo cura: en el futuro, pocas cosas nos harán sufrir innecesaria o
gratuitamente.
Evolucionar: No
es asistir a conferencias; leer infinidad de libros de autoayuda; asistir a
talleres, como a una infinidad de actividades, sino que evolucionar es el arte de saber escuchar - no oír- o de leer, integrando -palabra mágica en
nuestro proceso evolutivo- cada una de estas facetas. Entonces sí, dicha
integración la convertimos en ese alimento evolutivo que, -sin ser consciente
de ello-, en un prudente espacio de tiempo, nos proporcionará un estado de
mayor plenitud del que disfrutaremos el resto de nuestra existencia.
Evolucionar: Implica
el reconocimiento de nuestros errores; aceptar una opinión discordante para no
sentirnos agredidos, como tolerar para no fracturar la relación interpersonal.
Evolucionar:
Es saber decir no, decir lo siento; es cobrar conciencia de nuestros límites, esos que tanto sufrimiento nos producen. Es crear desde la madurez
que proporciona la evolución, esos puntos mágicos de encuentro.
Evolucionar:
Es desterrar el orgullo, la soberbia y la prepotencia, donde el desdichado ego nos DESTRUYE interiormente, así como
la relación humana.
Evolucionar
para dejar de sufrir innecesariamente.
Evolucionar para conocerme y
conocerte.
Evolucionar por una vida más
plena.
En
los libros:
Conocerme para evitar el
sufrimiento innecesario, por los temas tratados,
podremos encontrar unos puntos de reflexión y de encuentro con uno mismo, los
que nos aproximarán a nuestro conocimiento interior.
Hombre y mujer en el camino
del encuentro, crea unos puntos de encuentro tan
necesarios en la relación pareja.
Educación responsable desde el
nacimiento, muy necesario en la educación equilibrada
de nuestros hijos.
En
ellos podremos encontrar alguna respuesta a nuestras inquietudes. Estos libros
están a disposición para los componentes de la Asociación.
Un
fuerte abrazo.
JOAN
Así es, querido Joan. Evolucionar para conocerme y conocerte. Gracias por tus bellas reflexiones y enseñanzas. Un besote.
ResponderEliminarGracias a tí, querido maestro.
EliminarAbraciens y besines.
Joan