Siempre que
usted practique la renuncia, se engaña. ¿Qué tal eso? Se engaña.
¿A qué renuncia? Siempre que renuncie a algo, queda atado para siempre a
aquello a lo cual renuncia. Hay un gurú en la India que dice: "Siempre
que viene a verme una prostituta, no habla sino de Dios. Dice que está cansada
de la vida que lleva. Que quiere a Dios. Y siempre que viene a verme un
sacerdote, no habla sino de sexo". Muy bien, cuando usted renuncia a algo,
queda atado a esa cosa para siempre. Cuando lucha contra alguna cosa, queda
atado a ella para siempre. Mientras luche contra ella, le está dando
poder. Le da tanto como el que usa para luchar contra él.
Esto incluye el comunismo y todo lo demás. De
manera que debe "recibir" a sus demonios porque cuando lucha
contra ellos les da poder. ¿Nadie le ha dicho esto? Cuando renuncia a una
cosa, queda atado a ella. La única manera de salir de ello es mirar a través
de la cosa. No renuncie a ella, mire a través de ella. Comprenda
su verdadero valor y no tendrá que renunciar a ella; sencillamente, ella
caerá de sus manos, pero por supuesto, si no ve eso, si usted está
hipnotizado y cree que no será feliz sin esa cosa, aquella o de más allá, está
esclavizado. Lo que tenemos que hacer por usted no es lo que la llamada “espiritualidad”
(que nos han enseñado) intenta hacer - es decir, lograr que usted haga
sacrificios, que renuncie a las cosas. Eso es inútil. Usted todavía está
dormido. Lo que tenemos que hacer es ayudarle a comprender. Si comprendiera,
sencillamente dejaría de desear esa cosa. Esto es otra manera de decir: Si
usted despertara, sencillamente dejaría de desear esa cosa.
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