Algunos
dicen que solamente hay dos cosas en el mundo: Dios y el miedo; el amor y el
miedo son las únicas dos cosas. Solamente hay un mal en el
mundo: el miedo. Solamente hay un bien en el mundo: el amor.
A veces le dan otros nombres. A veces lo denominan felicidad o libertad o paz o
gozo o Dios o lo que sea. Pero el rótulo realmente no importa. Y no hay
un solo mal en el mundo que no se origine en el miedo. Ni uno solo.
La
ignorancia y el miedo, la ignorancia causada por el miedo, de ahí viene todo el
mal, de ahí viene la violencia. La persona que realmente no
es violenta, la que es incapaz de la violencia, es la persona que no tiene
miedo. Usted se enoja solamente cuando tiene miedo.
Piense en la última vez que se enojó y busque el miedo subyacente. ¿Qué temía
perder? ¿Qué temía que le quitaran? De ahí viene la ira. Piense en una
persona furiosa, tal vez en alguien a quien usted teme. ¿Puede ver todo el
miedo de esa persona? Tiene mucho miedo, realmente lo tiene. Está muy asustada
o no estaría furiosa. En el último análisis solamente hay dos cosas, el amor y
el miedo.
En este
retiro me gustaría dejarlo hasta ahí, sin estructura y pasando de una cosa a la
otra y regresando a ciertos temas una y otra vez, porque ésa es la forma de
captar lo que estoy diciendo. Si eso no le llega la primera vez, puede llegarle
la segunda, y lo que no le llega a esa persona puede llegarle a otra. Yo trato
diferentes temas, pero todos son sobre lo mismo. Llámelo conciencia, llámelo
amor, llámelo espiritualidad o libertad o despertar o cualquier cosa. Realmente
es lo mismo.
ANTHONY DE MELLO
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