jueves, 30 de abril de 2020

JOAN SÁNCHEZ FORTUN : YO, ESE SER DESCONOCIDO



De la misma manera que el conocimiento interior hace libre al ser humano, su desconocimiento lo esclaviza, sometiéndolo al sufrimiento prolongado, improductivo e innecesario. Aumenta sus miedos, ansiedad e inseguridad, determina la pérdida de su identidad e imposibilita desarrollar una vida más plena consigo mismo y con sus semejantes.

Si caminamos sin brújula ni orientación, sentiremos la sensación de estar perdidos físicamente. Mucho más doloroso resulta cuando estamos perdidos interiormente, al ignorar el sentido humano y existencial que daremos a nuestra vida, con lo cual provocaremos un grave y doloroso conflicto: la pérdida de realidad y el desconocimiento de nuestros límites. Iniciaremos así una etapa dolorosa, cuyo único fin debería ser el de cobrar conciencia de nuestras carencias personales y afectivas para poder, entonces, iniciar un beneficioso y productivo proceso evolutivo e integrador.

Diversas son las causas que provocan este desconocimiento interior. Muy destacadamente, el grado de involución, consecuencia de nuestra inmadurez; culpar al prójimo de los actos injustificables para liberarnos de nuestras responsabilidades. Rechazar sistemáticamente toda opinión desfavorable dificultará que interioricemos nuestros errores para conseguir así una posterior rectificación.

Actitudes relacionadas con el orgullo, la soberbia y la prepotencia son compañeros indeseables cuando anidan en nuestro ser, nos aíslan patológicamente de la realidad, con el consiguiente sufrimiento. Opinar antes que preguntar, creerse en posesión de la verdad, vivir aislados «autísticamente» en nuestra burbuja como actitud «protectora y cómoda», no es el mejor camino para descubrirnos interiormente como seres humanos.
La escucha y el diálogo responsables e integradores; cobrar conciencia de la realidad para afrontar y reconocer nuestros límites, así como la superación de los miedos ―complementando lo aportado anteriormente―, posibilitarán que dejemos de ser unos desconocidos de nosotros mismos.

Si el conocimiento interior hace libre al ser humano, ¿qué espera para ser libre? ¿O prefiere vivir en su total ignorancia existencial, con el consiguiente sufrimiento que conlleva?

UN CORDIAL SALUDO
JOAN SÁNCHEZ-FORTUN

2 comentarios:

  1. Una excelente reflexión en la línea de las ideas que nos aporta Juan en nuestra querida asociación Dones y Talentos.Ya estoy deseando leer sus libros,he estado investigando un poquito y me gusta su idea de que a una persona evolucionada la soledad le acompaña y el silencio le habla,es de gran utilidad en estos momentos.
    Me ha encantado esta frase"el hombre es el gigante con botas de goma,cuando llueve se moja y cae" en referencia a que el hombre necesita a la mujer para su desarrollo.
    Bienvenido y gracias.

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  2. Inma, que mensaje más bonito.La grandiosidad de la palabra radica en su sencillez, y estas sencillas palabras me han tocado, de verdad. Gracias.
    La frase: El hombre es el gigante con las botas de BARRO...pertenece al libro: Hombre y mujer en el camino del encuentro.
    Cuando estamos bien con nosotros mismos, porque hemos evolucionado a través de nuestro conocimiento interior, la soledad y el silencio son unos excelentes compañeros de viaje: Te acompañan, pero no te incordian.
    Un abrazo para ti y saludos a los compañeros de la Asociación.
    Aunque León está muy lejos de Barcelona, espero algún día saludarte en persona y conocer a vuestra asociación. Para mi, será un honor.
    Te deseo un bonito día. Gracias.
    Joan

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