El corazón
enamorado permanece suave y sensible. Pero cuando usted está empeñado en conseguir
esto o lo otro, se vuelve despiadado, duro e insensible. ¿Cómo puede
amar a las personas cuando las necesita? Solamente puede utilizarlas. Si yo lo
necesito a usted para que me haga feliz, tengo que utilizarlo, tengo que
manipularlo, tengo que buscar la manera de ganármelo. No puedo
dejarlo ser libre. Solamente puedo amar a las personas cuando he liberado mi vida
de las personas. Cuando muero a la necesidad de las personas, entonces estoy
en el desierto. Al principio se siente horrible, se siente solitario,
pero si puede soportarlo por un tiempo, de pronto descubrirá que no está en
absoluto solo. Está con la soledad, con el aislamiento, y el desierto
comienza a florecer. Entonces por fin sabrá qué es el amor, qué es Dios, qué
es la realidad. Pero, al principio renunciar a la droga puede ser muy
duro, a menos que usted comprenda muy bien o haya sufrido lo suficiente. Haber
sufrido es una gran cosa. Sólo entonces puede cansarse de todo. El
sufrimiento debe usarse para acabar con el sufrimiento. La mayoría
de las personas sencillamente siguen sufriendo. Esto explica el conflicto que
tengo a veces entre director espiritual y el de terapeuta. Un terapeuta dice: "Aliviemos
el sufrimiento". El director espiritual dice: "Dejémosla
sufrir; se cansará de esa manera de relacionarse con la gente, y, finalmente
decidirá escapar de esta prisión de dependencia emocional de otros".
¿Ofreceré un alivio o extirparé el cáncer? no es fácil decidir.
Una persona
arroja airadamente un libro sobre la mesa. Déjela que siga arrojándolo sobre la
mesa. No le recoja el libro y no le diga que todo está bien. La
espiritualidad es consciencia, consciencia, consciencia, consciencia,
consciencia, consciencia. Cuando su madre se disgustaba con
usted, no decía que algo le pasaba a ella, decía que algo le pasaba a usted; de
otra manera no se habría disgustado. Pues bien, hice el gran
descubrimiento de que si tú estabas disgustada, mamá, algo te pasa a ti.
De manera que es mejor que controles tu ira. Es tuya, no mía. Si a mí me pasa o
no me pasa algo, lo analizaré independientemente de tu ira. No me voy a dejar
influenciar por tu ira.
Lo curioso
de esto es que cuando yo puedo hacer esto sin sentimientos negativos
hacia otro, también puedo ser muy objetivo respecto a mí mismo. Solamente
una persona muy consciente puede negarse a recoger la culpa y la ira del otro, y decir: "Tienes
una pataleta. Lo siento. Ya no tengo el menor deseo de rescatarte, y me niego a
sentirme culpable". Yo no voy a odiarme por algo que hice. Eso es lo
que se llama culpa. No voy a alimentar un sentimiento negativo y a castigarme
por algo que haya hecho, correcto o incorrecto, estoy dispuesto a analizarlo y
a observarlo y a decir: "Bien, si hice algo malo, fue
inconscientemente". Nadie hace el mal conscientemente, por esa
razón los teólogos nos dicen muy bellamente que Jesús no podía hacer el mal.
Eso me parece muy lógico, porque la persona consciente no puede hacer
el mal. La persona consciente es libre. Jesús era libre y porque era
libre, no podía hacer nada malo. Pero como usted si puede
hacer el mal, usted no es libre.
ANTHONY DE MELLO
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