Esta semana me he sentido enfadado ante la actitud de
muchas personas de mi entorno.
Llevo una cuarentena enviando, a mis asociados y conocidos,
las charlas de espiritualidad de Anthony de Mello, en las que nos dice que
estamos dormidos, y que estamos aquí para despertar de conciencia, para darnos
cuenta de que vivir en la fantasía, es vivir en el miedo, y despertar a la
realidad, que es nuestra misión, es vivir en el verdadero Amor, en el Amor incondicional.
Ese es el verdadero Amor, el que se ejerce desde la libertad, desde lo que
verdaderamente nuestra alma anhela.
Os paso a enumerar algunos de los motivos por los que me he
cabreado:
Días atrás una muchacha que está a tratamiento psiquiátrico
desde hace tiempo, y que yo conocía, pero nada sabía de su situación personal,
tuvimos con ella una situación de ideación suicida. Su padre nos llamó alarmado
a orientación porque habían discutido y no respondía al teléfono y temían lo
peor. Ya había antecedentes. Tanto desde orientación, como yo, personalmente,
nos pusimos en marcha para tratar de hablar con ella, pero nuestros intentos
eran vanos, aunque el hecho de que a mí me colgase el teléfono era síntoma de
que seguía consciente. Al final de la tarde conseguí hablar con ella y me
comentó cuáles eran los motivos de su desesperación, que no eran otros que una
pequeña frustración, por no conseguir lo que quería, y hacer un maremoto de
ello. Logré mentalizarla de que era buen momento para que trabajásemos toda su
situación, y que yo estaba dispuesto a ayudarla. Le comenté que me gustaría que
me rellenara un cuestionario autobiográfico un poco largo, pero que me ayudaría
a mí a hacerme una composición de lugar de su situación, y a ella para tomar
conciencia de muchas cosas que le ocurren actualmente. A los dos días le
pregunté si había recibido el cuestionario y me contestó que sí, que era muy
largo, y me preguntaba si era imprescindible rellenarlo, a lo que le contesté: “Todo
es prescindible en esta vida. No me urge absolutamente nada, tan solo beber un
poco de agua y comer algo para no morirme, porque no lo deseo. Lo demás es
prescindible”. Es decir, nos pone la vida a alguien que nos apoya, que nos
quiere ayudar, y parece que el problema lo tiene el psicólogo, que es el que “tiene
la necesidad de que yo le rellene un cuestionario”.
Días atrás, había tenido a otra chica, con la que había
quedado para hablar por videoconferencia a una hora determinada, y cuando la
llamé tenía el teléfono apagado, porque estaba angustiada y deprimida y no
quería coger el teléfono, cosa que me enteré por un familiar suyo.
Pues bien, el día 29 de este mes, nuestra amiga Inma nos
hizo un motivador escrito titulado: Soy el amor de mi destino, el capitán de
mi alma, en el que hacía mención que hacía 10 años que había tomado la
decisión, a pesar de sus miedos, de salir al paso de su frustrante vida, y
añado: SALIÓ Y SE ENFRENTÓ CON SU MIEDO, NO SIN MIEDO. Esta añadidura es
porque algunos creen que si se tiene miedo no se enfrentan las cosas. No, se
enfrentan, precisamente, porque eso es de lo que les está avisando su miedo (ESTO
SE LLAMA DESPERTAR). Y algunas personas la felicitaban y animaban, cosa que
está muy bien y yo participo de ello, pero aludían a que había sido muy “valiente”.
Yo contesté que no era “valiente”, era “consciente”, porque ser consciente es
la única forma de hacerse cargo de la vida de uno. Y no nos damos cuenta de que
cuando decimos esto de: “¡Ay, Inma, qué valiente eres!”, hay que seguir
leyendo dentro de uno: “Ya me gustaría ser como tú, porque YO NO PUEDO”.
Y esto último, yo no puedo, es FALSO. “Tú si puedes, pero no quieres”. Incluso
alguien, aludió a su cobardía por no enfrentar su situación, es decir, lo anterior,
más darse un latigazo, ¡para que aprendas!
Querer, es hacerse cargo de lo que nos viene
por delante. Inma cuando salió de su casa con tres hijos
menores, sabía que ahora le venía lo más difícil, salir adelante con esos hijos
y sin un duro en el bolsillo, y con una enfermedad. La otra postura, la
de quedarse y quejarse de lo dura que es la vida, es la postura de los que NO
QUIEREN CAMBIAR. Pues seguid en el sueño, pero habéis elegido
vuestra vida, y decir esto, sienta mal. Pero amigos, habéis tenido mala
suerte, porque al pan hay que llamarle pan. No pienso agradar los oídos a
nadie. La vida es muy difícil a veces, pero estamos llamados a responder ante
ella. Somos seres respondedores creativos, no reaccionarios o estímulo-respuesta.
A un toro le ponen el capote y no tiene más remedio que entrar, a nosotros nos
ponen el capote y paramos, reflexionamos y damos nuestra mejor respuesta. Y
vuestro inconsciente os lo va a estar reclamando todos los días de vuestra vida,
mediante señales, síntomas: HACEROS CARGO DE VUESTRAS VIDAS.
LOS HÉROES SON PARA EMULARLOS, NO PARA DISIMULARLOS.
A los héroes hay que aplaudirlos y emularlos,
sólo con los aplausos no valen para nada.
Yo ahora, haré mi tarea, quitarme mi cabreo, por haber
pensado: “Deberían darse cuenta de lo que se dicen”, pues no Juan, no se
dan cuenta, y es más Juan, “no conviene darse cuenta”, tú también lo
hiciste en una época.
Feliz domingo.
Besos virtuales.
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